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Defensa del patrimonio: de Sonora a Michoacán
U

no. El 21 de octubre de 2016 los yaquis del pueblo de Loma de Bácum fueron violentamente atacados por personas que intentaron derribar a las autoridades tradicionales. El objetivo era imponer nuevas autoridades, afines a la gobernadora del estado, Claudia Pavlovich Arellano, para romper la resistencia al paso de un gasoducto por tierras yaquis, que el pueblo y sus autoridades legítimas impedían. Continúa la resistencia, el gaseoducto no se ha construido, y sigue encarcelado por esa causa Fidencio Aldama Pérez, preso político.

Desde entonces, cada 21 de octubre se recuerda el hecho con eventos culturales, sociales y deportivos. Hoy, con el respaldo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación estoy en Bácum para hablar con la comunidad y los profesores de los yoremes y los yaquis villistas.

Dos. El principal rebelde indígena de la región yoreme y yaqui fue Felipe Bachomo, nacido en 1884 en la ranchería de El Parnaso, municipio de El Fuerte, Sinaloa; se sabe que fue indígena mayo –yoreme– y que fue peón de campo sin ningún estudio. Sobre él se han tejido historias con escaso sustento sobre supuestos amores –correspondidos o no– con la hija de poderoso hacendado, porque siempre resulta más fácil atribuir a leyendas como esa un levantamiento armado, que a las demandas sociales que lo impulsaron. Lo que es cierto es que se levantó en armas en Jahuara, en 1911. Posteriormente fue maderista y a finales de 1911 estaba al frente de una rebelión indígena de fuerte demanda agraria que pronto se identificaría con el zapatismo.

Como el otro jefe zapatista sinaloense, Juan Banderas, Bachomo desconoció a Huerta y a fines de 1914 se unió a las fuerzas convencionistas bajo el mando supremo de Villa y Zapata. Como convencionista, fue durante un año compañero de armas de los principales caudillos mayos y yaquis de la facción sonorense encabezada por José María Maytorena.

Tres. Cuando dominaron la re­gión, aunque fuera por pocos meses, los caudillos yoremes y yaquis villistas hicieron lo mismo que Zapata en el sur: devolver la tierra de manera efectiva a sus antiguos y legítimos propietarios, los indígenas. Una de las escasas fuentes sobre la verdadera revolución social que ocurría en el norte de Sinaloa y el sur de Sonora en 1914-1915, afín a los carrancistas. Francisco R. Almada dice: La conducta desordenada de los indios mayos armados por el alto mando maytorenista se había hecho insoportable, pues se consideraban dueños de los terrenos ribereños del río Mayo y de las siembras abandonadas.

Algo similar ocurría en la cuenca del río Fuerte, dominada por Felipe Bachomo y, en menor medida, en la cuenca del río Yaqui, controlada por los generales Luis Espinosa y Luis Matus (yaquis).

Pero las derrotas de villistas en el Bajío, el noreste y la Huasteca permitieron a los carrancistas enviar fuerzas cada vez más numerosas a la región y en agosto de 1915 cayó en combate el caudillo yoreme Miguel Totoliboqui y en agosto fue destruida la principal base yoreme, en Macoyahui, Sonora, y se inició la ofensiva contra los yaquis. El 18 de octubre, la rendición de la mayor parte de los yaquis maytorenistas encabezados por Luis Matus y Luis Espinosa.

La campaña se reactivó cuando Juan Banderas entró a Sinaloa procedente de Chihuahua y, unido a Felipe Bachomo y sus indios tehuecos, recuperó brevemente el control de la región, hasta que ampliamente superado por los carrancistas, se rindió en enero de 1916. Bachomo sería fusilado pocos meses después. Una vez dueños de la región, los carrancistas enfrentaron el problema indígena y agrario de la misma manera que lo había hecho el porfiriato, como lo ilustra a plenitud el Boletín militar del Cuerpo Expedicionario del Noroeste que, a las órdenes del general Manuel M. Diéguez, derrotó a Pancho Villa en Hermosillo a finales de noviembre de 1915:

Todos los prisioneros yaquis cogidos con las armas en la mano fueron fusilados inmediatamente, comprobando que el mejor yaqui es el yaqui muerto. Solamente los heridos se curan en los hospitales.

La guerra contra los indígenas de Sonora y Sinaloa se prolongaría, casi sin pausas, hasta el reparto agrario cardenista. Hoy, yaquis y mayos enfrentan nuevamente procesos y proyectos de despojo.

Tres. Esta semana se estrena en cine el largometraje Hijo de monarcas, dirigido por el científico y cineasta Alexis Gamba y protagonizado por Tenoch Huerta. Todos conocemos la existencia del santuario de las mariposas monarcas. La película nos habla de la lucha de los pobladores de Angangueo por la defensa de esos territorios que hoy son patrimonio de la humanidad y reserva de la biósfera, donde la mariposa y un biólogo son los protagonistas. No adelanto más, sólo digo que hay que verla.

Twitter: @HistoriaPedro