Economía
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IIF: amaina la salida de capitales en el país
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de septiembre de 2020, p. 23

En julio anterior, quinto mes seguido en que los inversionistas extranjeros han dejado posiciones de deuda en México, salieron del país mil 174 millones de dólares. Ese flujo se ha ido reduciendo desde marzo, cuando esos recursos alcanzaron 7 mil 681 millones de dólares, exhibió el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con el rastreador de flujos de la organización financiera, la economía mexicana fue la segunda con mayor salida de flujos de deuda durante julio, sólo detrás de Brasil –en ese mes, mil 293 millones de dólares–, donde tampoco para ese lapso se había reducido la velocidad de contagio de Covid-19.

El IIF detalló que México, como otros mercados emergentes, está sujeto a la combinación de un crecimiento deficiente y un espacio fiscal limitado. Es una condición que existía antes de la pandemia de Covid-19 y ello implica que las políticas para impulsar el crecimiento están restringidas, subrayó.

Una historia de crecimiento mediocre es obviamente una debilidad que entra en una crisis que requirió cierres extensos en la fase de contención. Las cosas se complican en países donde el crecimiento es persistentemente débil y el espacio de políticas para amortiguar el impacto del Covid-19 es limitado, agregó en un reporte.

Crecimiento e inversión

Tal como en Brasil, Sudáfrica e incluso Argentina, en México el crecimiento ya era una preocupación antes del Covid-19, pero además la inversión también estaba limitada, por lo que puede ser que la desaceleración sea estructural, detalló.

Si bien en un contexto inflacionario global moderado relajar la política monetaria en las etapas iniciales de la crisis fue relativamente sencillo, en México e India se está viendo un aumento de la inflación, debido a la interrupción de la oferta que trajo el confinamiento, al tiempo que la inflación subyacente se está suavizando debido a la depresión de la demanda, señaló.

El IIF expuso que apuntar a los superávits fiscales puede contrarrestar los efectos negativos de las diferencias entre tasas de interés y crecimiento, pero es exactamente lo contrario de utilizar la política fiscal para respaldar el crecimiento. Mientras tanto, el costo del endeudamiento es alto al compararse antes de la crisis.

Así, manejar el choque de Covid-19 bajo una actividad ya débil y un espacio limitado para flexibilizar las políticas coloca a los países en una situación frágil en la que los choques del mercado pueden empeorar aún más, agregó.