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Beneplácito del líder sindical: el llamado llega en el momento más oportuno
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de agosto de 2020, p. 7

El dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (Sntmmsrm), Napoleón Gómez Urrutia, expresó que está en la mejor disposición de sentarse a dialogar y negociar con Grupo México, de Germán Larrea, la solución a la huelga en la mina de Taxco, Guerrero, tal como lo planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador, para levantar el paro de labores, que tiene ya 13 años.

En entrevista, el senador de Morena reconoció el llamado que ayer por la mañana formuló el Presidente de la República. Llega en el momento más oportuno, porque es hora de resolver ese conflicto, al igual que las huelgas en las minas de Sombrerete, Zacatecas, y en Cananea, Sonora, que también se han alargado por 13 años.

Depende del patrón

Gómez Urrutia resaltó que todo depende de Germán Larrea, el dueño de Grupo México, quien a lo largo estos años “se ha negado a resolver las justas demandas de los mineros, que estallaron las huelgas en demanda de condiciones de higiene y seguridad que les permitieran laborar sin poner en riesgo sus vidas, como ocurrió en Pasta de Conchos, Coahuila, y el respeto a su contrato colectivo y su sindicato.

Ojalá Larrea responda positivamente a ese llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador. Yo lo asumo a fin de que iniciemos una negociación justa y digna para los trabajadores, que han pasado ya por muchas penurias, por el desempleo, por desalojos, pero no han dejado de luchar. Incluso –señaló– una treintena de huelguistas fallecieron a lo largo del conflicto.

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▲ El senador Napoleón Gómez Urrutia, listo para el diálogo.Foto Cristina Rodríguez

Hizo notar que las minas de plata de Taxco y de Sombrerete están cerradas, ya que Larrea prefirió parar trabajos que resolver los pliegos petitorios de los mineros y, en el caso de Cananea, a través de una resolución judicial, logró que la entonces Policía Federal desalojara por la fuerza a los trabajadores y se reanudara la producción de cobre, con personal que llevó de otras partes un sindicato charro de la CTM.

No se contrató a ningún trabajador de Cananea y a lo más 800 huelguistas, en una actitud infame, la empresas los boletinó en listas negras, a fin de que nadie los recontratara. Todo tipo de arbitrariedades las cometió Grupo México con el respaldo de los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, y las respectivas autoridades laborales, a las que tampoco les importaron los derechos de los mineros, ni que las localidades en que se asientan las minas parezcan pueblos a punto de desaparecer.

El senador Gómez Urrutia insistió en que a nadie le conviene que la situación siga igual, con mineros desempleados, sumidos en la desesperación y las plantas paradas. La solución, insistió, es que la representación patronal y el sindicato minero se sienten negociar, sobre la base de cumplir los compromisos pactados en el contrato colectivo de trabajo y el derecho a la libertad sindical establecido en la nueva Ley Federal del Trabajo.

Recordó que una de la causales de las huelgas es que Grupo México desconoció a las dirigencias seccionales y al sindicato minero y de un plumazo trató de borrar los contratos colectivos, lo que los trabajadores nunca aceptaron.