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Tiene denuncia ante la función pública

La secretaria general del Sutnotimex, en la mira de las autoridades

Antes de llegar a la dirigencia sindical ya estaba denunciada por irregularidades y despedida, asegura el líder del Sinotimex

 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de julio de 2020, p. 13

Al igual que el ex dirigente del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (Sutnotimex) Conrado García Velasco, la actual secretaria general, Adriana Urrea, está en la mira de las autoridades, afirmó el Sindicato Independiente de Notimex (Sinotimex), el cual reiteró que interpuso una denuncia contra la toma de nota de Urrea, otorgada por la Secretaría del Trabajo.

En vísperas de una nueva mesa de negociaciones entre Notimex y el Sutnotimex, que mantiene una huelga que impide la operación de la agencia informativa, el Sinotimex (uno de los dos sindicatos de este medio) pidió celeridad a las autoridades para que se sancione a todos los que perjudicaron a la empresa del Estado.

Jesús Rodríguez Espinosa, dirigente del Sinotimex, expuso que la toma de nota con la que se validó a Urrea como dirigente del Sutnotimex es ilegal, ya que ella ya estaba denunciada por irregularidades y despedida, además nunca convocó a una asamblea ni a elecciones.

Sostuvo que Urrea es investigada porque, siendo servidora pública, “usaba contenidos del ente informativo en un programa que tenía en un canal de Youtube denominado Gira tus finanzas” y tenía acuerdos monetarios con la Bolsa Mexicana de Valores y otras instituciones, valiéndose de material informativo de Notimex, lo cual fue motivo de una denuncia ante la Función Pública y ante la Fiscalía General de la República (FGR).

Con recursos públicos de la agencia, Urrea viajó a China, Japón, Israel, Alemania, España, Irlanda, Estados Unidos e Italia, entre otros países, agregó Rodríguez.

Sobre el proceso en contra de García Velasco, el dirigente del Sinotimex detalló que está vinculado con el presunto desvío de más de 4.1 millones de pesos que recibió García entre 2015 y 2017, los cuales, dijo, tras catalogarlos bajo conceptos de despensas, celebraciones o ayudas, terminaron en sus cuentas personales y sin llegar a los trabajadores.