Madrid. Un alto tribunal español permitió investigar si el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue víctima de espionaje por una empresa española también denunciada por el fundador de Wikileaks, Julian Assange, indicaron ayer fuentes judiciales.

El juez de la Audiencia Nacional de Madrid, que estudia la demanda de Assange, admitió a trámite en junio una querella presentada por el ex presidente ecuatoriano contra la firma Undercover Global y su gerente David Morales Guillén.

En la querella, Correa acusa a la empresa, que le prestó servicios de seguridad hasta 2019, de efectuar seguimientos y fotografías de sus encuentros con el abogado de Assange, el español Baltasar Garzón, y de elaborar informes en inglés sobre otras reuniones mantenidas en Bélgica.

Correa, enfrentado con su sucesor Lenín Moreno y reclamado por la justicia de su país, también acusa a Undercover Global de obtener los dispositivos telefónicos de sus hijas, accediendo a sus chats, conversaciones telefónicas e imágenes y de capturar fotografías íntimas de una de ellas, señala la demanda.

El juez instructor José de la Mata entiende que estos hechos podrían constituir delitos contra la intimidad, por lo que procede la admisión a trámite de la querella contra David Morales Guillén y contra Undercover Global.

En el auto, fechado el 22 de junio, el magistrado estipula la apertura de una causa separada en la que pide citar a declarar como testigo por videoconferencia a Correa, su esposa y sus hijas.

Undercover Global se encuentra bajo el foco de la justicia española debido a una demanda de Assange por presunto espionaje.

La firma estaba encargada de la seguridad de la embajada de Ecuador en Londres, donde estuvo refugiado el fundador de Wikileaks entre 2012 y 2019.

Assange asegura que la empresa interceptó sus comunicaciones en la embajada y las transmitió a las autoridades de Estados Unidos, cuyo Departamento de Justicia quiere juzgarlo por la filtración en 2010 de miles de documentos militares y diplomáticos confidenciales.

El australiano declaró en diciembre por videoconferencia ante la Audiencia Nacional, que la próxima semana ha citado a siete testigos, entre ellos Baltasar Garzón.

La defensa de Assange confía en que estas denuncias lo ayuden en la vista de extradición a Estados Unidos programada para septiembre en Londres, donde está encarcelado.