Opinión
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Isocronías

5/7/5

O

bvio, mas no tanto: es lo cualitativo y no lo cuantitativo lo decisivo a la hora de decidir qué es o no poesía. Sin embargo, por razones de análisis no podemos prescindir de lo segundo.

Y para no dejar aislados temas que hemos tocado en pasadas fechas, juguemos con cantidades y digamos que un haikú cabe nueve veces en un soneto y es casi la quinta parte (no lo es: casi) de una décima.

Una popular estrofa, más popular en España, su lugar de nacimiento, que entre nosotros, la seguidilla, siendo tan breve como es, rebasa a la estructura japonesa por siete sílabas. Ejemplo (conocidísimo) de seguidilla es: De domingo a domingo / te vengo a ver. / ¿Cuándo será domingo / para volver?: cuatro versos de siete y cinco sílabas. El haikú, como todos sabemos, es de tres: 5/7/5.

El parentesco métrico del haikú con la seguidilla, en particular la compuesta, es decir, con un estrambote en lo que a medidas hace idéntico al poema oriental, lo refiere al paso Octavio Paz en un indispensable artículo que este año cumple medio siglo y está en el tomo II de sus Obras completas (Fondo de Cultura Económica): La tradición del haikú.

Diez páginas antes, dedicadas a Basho, exponente señero de esa forma tan cultivada en el país del poeta peregrino y hoy tan extendida por el mundo, dice de ésta que a pesar de su aparente simplicidad se trata de un organismo muy complejo cuya misma brevedad obliga al poeta a significar mucho diciendo lo mínimo.

El autor de Piedra de sol no parece mostrarse del todo satisfecho con sus claro que extraordinarias versiones de diversos haikús, en especial del más famoso acaso, del propio Basho, que Valle-Inclán transcribiría así: El espejo de la fontana, / al zambullirse de la rana, / ¡hace chás!

Por nuestra parte, tan pero tan lejos de tan enormes autores, incurrimos en la curiosidad de intentar no, por imposible, una sino tres visiones (léase variaciones o derivaciones) del mismo momento (a ver si de las tres, en la mente del amable lector, una se hace):

1. Saltó la rana, / apenas ruido, al agua, / y al fondo avanza. 2. De un salto se entra / la rana al viejo estanque. / Ondas concéntricas. 3. Salta y se adentra / rauda la rana al agua, / ni rastro deja.