Deportes
Ver día anteriorLunes 22 de junio de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Si jugadores no controlan su vida social, crece riesgo de contagios: Ortega
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de junio de 2020, p. 3

El regreso del futbol en Europa en la era del coronavirus deja en evidencia la dificultad de cumplir ciertas normas sanitarias. Si las recomendaciones, además de los controles médicos y los estadios vacíos, sugieren la distancia prudente entre jugadores cuando festejan un gol, en la realidad desfilan escenas de hombres desbordados en euforia, que se abrazan y gritan a pocos centímetros entre sus rostros.

El sábado diversos reportes atendieron el retorno de la Liga Premier, al mismo tiempo que señalaban lo difícil que resulta mantener distancia en medio de la lógica del juego. Los integrantes del Watford, por ejemplo, celebraron cuerpo contra cuerpo una chilena de Craig Dawson.

Hay ciertos comportamientos que son incontrolables, considera el doctor Rafael Ortega, ex jefe de servicios médicos de Chivas; cómo festejar un gol sin abrazarse. Parece difícil. Creo que es inconsciente por la adrenalina de la emoción y eso los lleva al estallido y a tocarse, a gritar.

Por eso señala que los controles previos a los partidos son importantes, para tener más garantías de negatividad en la prevención de contagios de coronavirus. Si todos los jugadores son sometidos a estos protocolos rigurosos, considera que la cancha será un terreno seguro a pesar de las explosiones emocionales de los jugadores.

También el sábado, en la Bundesliga se hizo pública una sanción contra el Union Berlín, equipo que durante la semana logró mantener la categoría y eso llevó a los jugadores a salir a festejar junto a sus aficionados.

El doctor Ortega señala que cuando no se tiene control de la vida social de los participantes, cuando no están aislados en cuarentena, entonces ahí se puede romper toda la estrategia de sanidad.

Ahí es donde se rompe ese cerco y se vuelve riesgoso, reconoce; esos jugadores hicieron mal al romper esa exigencia, porque pueden contagiarse al convivir con la multitud, por eso es necesario el control cotidiano de los clubes para detectar cualquier posible caso y aislarlo de inmediato, para no poner en riesgo a otras personas.