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Comprar en una librería genera trabajo de calidad y vida cultural, dice Diego Moreno
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▲ El librero y creador de Editorial Nórdica en España.Foto cortesía del entrevistado
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 7 de junio de 2020, p. 6

Atento observador de los fenómenos editoriales que brotan alrededor del planeta, lector por antonomasia, librero por necesidad y editor por capricho, Diego Moreno, fundador de Editorial Nórdica, demuestra que su perspectiva del mundo literario se caracteriza por una total simpatía hacia el trabajo duro.

Así se explica que en 14 años Nórdica se haya convertido en la editorial de referencia de las diferentes propuestas de los escritores de los países nórdicos en España y desde 2007 también en México. El peso de su trabajo no se debe solamente a su faceta como editor y director editorial, sino también como librero.

Moreno evoca los orígenes de su pasión por los libros y el interés por los autores elegidos debido a su calidad literaria más que por su rentabilidad comercial, al tiempo que habla sobre lo que se espera de este sector para los próximos meses.

Nórdica es una editorial imprescindible de los autores de Europa septentrional, aunque nació en España.

La empresa “tal vez se debe a mi gusto por la literatura de allá. Estudié sociología y luego comencé a trabajar como librero. Llegué a la literatura de aquella región y ahí me quedé. Leer Hambre, de Knut Hamsun, me pareció una revelación. A partir de entonces alimenté mi entusiasmo por la forma de narrar de los autores nórdicos”, comenta.

–¿Cómo ha influido el trabajo de librero en tu labor de editor?

–Al llegar a sociología ya tenía claro que quería trabajar en el mundo del libro. Empecé como librero y luego monté mi propio negocio, pero entendí que en cuanto a calidad de vida se vive mejor como editor, así que me fui involucrando en otros procesos de la cadena hasta formarme como editor. Si no hubiera sido librero no hubiera sido editor; esa experiencia me dio una gran perspectiva de lo que buscan los lectores.

–Tu carrera de editor comenzó con la publicación de literatura nórdica no policiaca, pero se define también por publicar libros ilustrados. ¿Cómo surgió la idea?

–Fue de manera consciente y en cierto modo como una provocación… para los lectores. Por un lado, introducir obras de autores desconocidos o lejanos para los españoles y la necesidad de aportar algo nuevo. España se estaba convirtiendo en una de las potencias de la ilustración infantil y juvenil; yo, como lector, deseaba encontrar obras ilustradas de mis escritores favoritos.

Libros ilustrados

Con el libro ilustrado logramos llegar a un lugar que no existía, los libros ilustrados para todas las edades que dan especial importancia al aspecto formal del libro. Ahora esto es una constante y la gente valora mucho estas iniciativas, asegura.

–Nórdica decidió no vender libros en papel a través de Internet, ¿puedes platicarnos al respecto?

–Sabemos que el mejor lugar para encontrarlos es en una librería; por eso decidimos apostar por ellas. Lo primero es trasmitir que son un espacio cultural al que se puede ir no sólo a comprar libros. Por otro lado, queremos que el lector sepa que cuando compra en una librería está generando trabajo de calidad y vida cultural. Por eso decidimos no vender libros en papel en nuestra página.

–La crisis sanitaria ha golpeado al sector editorial de todo el mundo, ¿quién crees que sufrirá más en el mercado editorial?

–Es difícil responder a esa pregunta. Al día de hoy son las librerías las que llevan las de perder, pero ¿qué sería de las editoriales sin ellas? Desde que cerraron, las ventas han caído 90 por ciento. Por esa razón comenzamos con la iniciativa Adopta una librería que consiste en destinar 35 por ciento de las ventas de nuestros libros electrónicos a estos negocios.

–La cadena editorial vive una etapa preocupante. Este año estimamos pérdidas de por lo menos 40 por ciento. En España nos quedamos sin Sant Jordi, equivalente a la Fiesta del Libro y De la Rosa en México, donde los editores pueden generar hasta 20 por ciento de las ganancias correspondientes a un año. La Feria del Libro de Madrid ha anunciado su aplazamiento.

–En México nosotros vivimos una situación similar. Actualmente, los encargados están trabajando en un modelo en formatos mixtos entre lo presencial y lo virtual.

–Es un trabajo en conjunto. Nosotros deberíamos estar trabajando en la Feria del libro de Madrid, pero la pandemia ha afectado muchísimo toda la labor; sabemos que en el futuro inmediato el formato clásico no será posible, lo que nos obliga a reflexionar mucho. Hay que replantearse las exigencias de los organizadores.

–¿Cuál será el ánimo del lector, el editor y el escritor?

–Estoy seguro de que ningún género literario va a predominar por encima de otro cuando se reanuden actividades en las librerías. Es seguro que los lectores buscarán libros que refuercen valores pero sobre todo lecturas de culto, buenos textos y buenas ediciones.

–¿Publicarán algo sobre la pandemia de Covid-19?

–No. La crisis no cambiará nuestro catálogo en absoluto.

“Afectados por la pandemia, poco a poco el trabajo que teníamos fue desapareciendo y llegó un momento en el que no podamos hacer prácticamente nada. No publicamos libros porque las editoriales estábamos cerradas. Pero ahora que el mundo del libro comienza a reactivarse, nosotros veremos más allá de la novedad.

–¿Qué significa el mercado mexicano para Nórdica?

–Cuando voy, me encanta visitar sus librerías, ¡son de las mejores del mundo! Ahí los lectores son muy exigentes y han recibido muy bien los libros de Sylvia Plath, Tomas Tranströmer y Luigi Pirandello, además de los de Handke. Ahora, uno de los que mejor se venden es la Autobiografía de Charles Darwin.

En general, México es un país que nos trata muy bien, pues más de 30 por ciento de nuestros seguidores de redes son mexicanos y eso es una presión grandísima porque están al tanto de nuestras novedades. Eso nos ha hecho plantearnos la idea de imprimir en México y España simultáneamente.