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México SA

Nueva normalidad// Pero el bicho sigue aquí

C

on la nueva normalidad se inicia el sexto mes de este agitadísimo año, y algunos ilusos creen que todo está superado y lo peor de la pandemia quedó atrás. No es así, de tal suerte que se mantienen el Quédate en Casa y el resto de las medidas sanitarias conducentes, porque el bicho no se ha ido; de hecho, lo más seguro es que se quede un buen rato y no hay que bajar la guardia.

Al respecto, el subsecretario López-Ga-ttel ha sido puntual: la “nueva normalidad no quiere decir salir a la calle a las actividades habituales. Que quede clarísimo, tampoco es que comercios, negocios y empresas pueden abrir. No, no. Donde hay semáforo rojo (…) sólo pueden estar en función las actividades esenciales, incluyendo las tres nuevas, como construcción, minería y el sector automotriz, nada más; la nueva normalidad implica hacer cosas nuevas, que pongamos todos de nuestra parte para que este retorno sea seguro, saludable y solidario”.

En este tenor, como bien lo advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), “la pandemia ha provocado una conmoción en las sociedades y economías y obliga a ser más creativos, aumentar el intercambio de experiencias, fortalecer el aprendizaje entre pares y aprovechar el multilateralismo en un tiempo en que la cooperación y la colaboración entre los actores es muy importante y en el que nadie se salva solo. No hay país ni organismo internacional o de cooperación que no haya cambiado su forma de operar.

La pandemia ha obligado a todos los actores a redefinir sus planes y rencauzar los recursos disponibles para poner en el centro de su accionar no ólo la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; es decir, avanzar hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental sin dejar a nadie atrás, sino también las respuestas a la crisis sanitaria, económica y social.”

Con la nueva normalidad, la economía poco a poco se reactivará, en el entendido de que la pandemia del Covid-19 impactó América Latina y el Caribe en un momento de debilidad de su economía y de vulnerabilidad macroeconómica. En el decenio posterior a la crisis financiera mundial (2010-2019), la tasa de crecimiento del PIB regional disminuyó de 6 a 0.2 por ciento; más aún, el periodo 2014-2019 fue el de menor crecimiento desde la década de 1950 (0.4). A medida en que la pandemia se propaga en la región, su caracterización como crisis sanitaria, económica y social es cada vez más evidente. La dimensión y la duración de sus efectos, si bien difíciles de cuantificar debido a la incertidumbre, comienzan a ser percibidas con claridad.

La pandemia será la causa de la mayor crisis económica y social de la región en décadas, con efectos muy negativos en el empleo, el combate a la pobreza y la reducción de la desigualdad, apunta el organismo especializado de la ONU. Dimensionar la caída de la actividad económica permite comenzar a determinar la magnitud del esfuerzo para un regreso a la normalidad, pero ese regreso no será, y no debe ser, una vuelta a la situación existente antes de la pandemia. Por ello, es necesario hacer también consideraciones de mediano plazo para entender los cambios estructurales en la actividad productiva que están en proceso y que se intensificarán. Esto además tendrá impactos, en ocasiones irreversibles, en la estructura laboral, el empleo y el bienestar.

Y para aquellos que insisten que la única vía es el endeudamiento público para el rescate privado, la Cepal deja en claro que en la región el aumento del pago de intereses redujo los recursos disponibles para el desarrollo, como se evidencia en la evolución del gasto en salud pública e inversiones. El pago de intereses aumentó de 1.7 por ciento del PIB en 2010 a 2.6 en 2019, mientras el gasto en salud tuvo un incremento mucho menor.

Las rebanadas del pastel

La derecha opera con el mismo manual: las manifestaciones motorizadas se registran de Argentina a México, y los sembradores de odio tienen la misma actitud golpista y dicen las mismas sandeces. Ni en eso es creativa.