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Nosotros ya no somos los mismos

Una década de publicar // Premiación al personal hospitalario // Una lotería interesante

T

e he tratado de conectar por teléfono sin conseguirlo, supuse que como cuando te conocí (con González Avelar), te presentaste como el presidente de la Asociación Mexicana de Hipocondría AC, sería totalmente explicable que en esta etapa cartujana que vivimos, tú habrías incorporado a doña Susana Distancia hasta a la comunicación telefónica. Tengo muchos comentarios guardados (entre ellos el deceso de tu adversario histórico, así se dice ahora que ya oficialmente no existen los enemigos, ¿verdad?, pero para eso te enviaré un correo cuando me ratifiques tu dirección. Por ahora sólo quiero felicitarte porque de tantas opiniones, sugerencias, rogativas, reclamos que la columneta ha publicado en los pasados 10 años, jamás autoridad alguna te ha tomado en cuenta (conste que no me refiero a la multitud, como tú nos llamas irónicamente a tus lectores).

En la década que tienes de publicar (predicar) consejos, admoniciones, rogatorias, sugerencias, opiniones y, alguna vez, críticas, el espacio oficial te ha ignorado: en el ámbito gubernamental: ni te ven, ni te oyen, menos te leen.

El lunes 11 de mayo relataste tu fallido intento para que la Medalla Belisario Domínguez le fuera otorgada a tu amigo Monsi. El lunes 18 del mismo mes lanzaste la convocatoria para que los mexicanos, todos sin diferencia, reconociéramos a los mexicanos de excepción que se habían entregado a la nobilísima tarea de ayudar a sus semejantes, más allá de su obligación laboral y compromiso profesional, en la tarea fundamental de supervivir.

La convocatoria al premio Miguel Hidalgo resulta apresurada y a destiempo. Provocadora de rispideces y malos entendidos. Resulta oportunista y promueve sentimientos y actitudes hasta ahora ausentes en el extraordinario trabajo solidario, compartido y generoso de hombres y mujeres superiores.

La clasificación de los candidatos y su jerarquización es excluyente, clasista, provoca la competencia y no la emulación. (Concepto cubano ejemplar).

¿Qué se pretende premiar?, ¿el título profesional, la especialización académica, los conocimientos, la experiencia, la antigüedad, el nombre o renombre alcanzados? O, muy en segundo término, ¿la hermandad, la abnegación, la entrega, el sacrificio de una persona que por su comportamiento cotidiano no reclama ni siquiera el reconocimiento de su actitud (que ella misma no aprecia ni registra), beneficio alguno como no sea el de ser útil a un semejante que, seguramente ve hacia arriba.

Si juntamos los 248 millones 300 mil pesos que representan la suma de lo obtenido del Fondo de lo robado al pueblo, y lo encerramos dentro de una esfera en la que cada candidato a ser premiado meta su mano y seleccione un papel que marque aleatoriamente una cantidad, se habrá tasado a todos con el mismo rasero: habrá eminencias médicas con 25 mil pesos; camilleros y afanadoras, con 50 o 100 pesos. Premiaremos, antes que nada, el espíritu, no la solvencia ni siquiera la necesidad (que debería entrar).

Luego viene algo que no me causó estupor, sino indignación: ¿saben por qué escogieron a 58 médicos para el premio de 100 mil pesos?, ¿por su calificación académica, por su entrega y dedicación? ¡No, sólo por la absurda razón de que cuando don Miguel Hidalgo murió tenía 58 años de edad. O sea que los reconocimientos se distribuyeron como una tómbola, una lotería, ¿quién sacó primero El Borrachito o La Muerte quirisi siaca? O séase, al médico no premiado no le tocó poner en su cuadro el frijolito. Me encanta esta ruleta de los algoritmos.

Y me quedan dos asuntitos para tratar el 8 de junio. Son dos preguntitas: ¿y los moridos? ¿Los vaporizados?: medico@s, enfermer@s, camiller@s, afanador@s, personal de alimentos, de servicio, de transporte , de higiene y limpia ¿ A los cuántos días prescribe el duelo, el agradecimiento, la infinita gratitud? A los soldaditos, viviendo tan lejos de su terruño, a los maestros rurales para los que toda comunidad son la sólida estructura de esa Cuarta Transformación. Hablemos de lo que a cada uno nos corresponde la semana próxima.

Twitter: @ortiztejeda