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Ningún programa lo sustituye

Se suma Zamudio al llamado de no quitar el Fodepar
 
Periódico La Jornada
Martes 26 de mayo de 2020, p. a12

Si retiran el Fondo del Deporte para el Alto Rendimiento (Fodepar) será como quitarnos la columna vertebral y quedaríamos parapléjicos. El programa debe continuar porque no hay ninguno que lo supla y lo único que se tiene que mejorar es la eficiencia y transparencia en la asignación de recursos, considera Ignacio Zamudio, beneficiario del fideicomiso, primero como marchista cuando inició el proyecto Proexcelencia del Deporte hace más de tres décadas, y ahora como entrenador, con resultados que lo llevaron a ganar el Premio Nacional de Deportes 2018.

Plantea que una forma para que el fideicomiso subsista –de los 44 que contiene la iniciativa congelada el pasado viernes, tras la presión ejercida por varios sectores contra la propuesta presentada por la bancada de Morena en la Cámara de Diputados– es dar apertura a los empresarios para que el gobierno federal no tenga la carga total del alto presupuesto que se le asigna al Fodepar.

He vivido las etapas con Proexcel y Fodepar, como seleccionado olímpico y entrenador de marcha de dos medallistas mundiales juveniles al tener a Alegna González, calificada a los Juegos de Tokio 2021, a Yanelli Caballero en su momento, y César Córdova, con enorme talento.

Se concretó el proyecto que benefició a deportistas y entrenadores. No había intermediarios. Las becas se entregaban directamente porque así estaban establecidas las reglas de operación que Fernando Senderos, Eduardo González Cadaval y empresarios implementaron en Proexcel.

“Era algo concreto, simple, no se necesitaban metodólogos y teníamos becas muy generosas. Si ganábamos medallas en Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos se incrementaban y daban premios sustanciosos. Teníamos que estar entre los 16 mejores del mundo. Algunos invirtieron el dinero para terminar sus estudios, comprarse una casa o carros. Recuerdo que Andrés Anchondo (el arquero) era de los más beneficiados, el mismo Carlos Mercenario (plata en Barcelona 1992).

Después de los Juegos Olímpicos de Barcelona, el gobierno se involucra con Proexcel (en la administración de Raúl González) y ahí comenzaron los problemas para que en 1993 cerrara y todo se politizó. Se regresó a las becas de 2 mil pesos y a pepenar en el deporte porque no habían planes, recuerda Zamudio, sexto lugar en la justa de Atlanta 1996.

Vendría el programa CIMA (Compromiso Integral de México con sus Atletas) que se gestó en 1999 en la administración de Ivar Sisniega en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Años después se modificaría al Fodepar ya integrado en la ley respectiva.

Ya no somos país de una sola medalla (olímpica) y se mejoró con este programa en cada ciclo por ser el único fideicomiso que ha tenido continuidad con sus altas y bajas, enfatiza el entrenador de marcha.

Medallistas olímpicos y paralímpicos, deportistas (en activo y retirados) y entrenadores respaldaron la postura de la taekwondoísta María del Rosario Espinoza, argumentando los beneficios y logros que se han dado con el Fodepar, por lo que sería un grave error que lo anularan.

Ivar Sisniega comentó en Twi-tter: El Fodepar se creó para dar los apoyos a los deportistas y a sus equipos de manera oportuna. A partir de su creación mejoraron los resultados de México en Juegos Olímpicos. Si se va a quitar debe ser porque hay una propuesta mejor, pero hoy (ayer) no sabemos nada sobre esto.