Mayores niveles de pobreza se tendrán en el país a consecuencia de la pandemia y la crisis sanitaria que ha generado el Covid-19, afirman especialistas del sector financiero consultados por La Jornada. Serán los bajos niveles de poder adquisitivo y consumo los principales efectos sociales en el país que acentúen los niveles de desigualdad, algo catalogado de catástrofe.

La recuperación económica, consideran, será más lenta que la prevista, podría ser que hasta 2023 se tengan los niveles de crecimiento económico observados hasta 2019 y que ello derive en mejor distribución de la riqueza en el país.

Puede ser el momento de cambiar el contrato social en México para terminar con la desigualdad y hacer frente a lo que avecina la nueva realidad económica después de la crisis del coronavirus, algo no visto desde la Gran Depresión en 1930 y que avecina una contracción económica para este año de entre 6 y 12 por ciento.

Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA-México, dice que la pérdida de empleos deja ver que el principal impacto social en el país tras el Covid-19 será el aumento en la pobreza, como lo han anticipado organismos nacionales y foráneos.

Lamentablemente lo que se percibe en México es ver aumentos muy importantes en la tasa de desempleo, vimos un gran número de destrucción de fuentes de trabajo en abril, como nunca antes en la historia, y creo que eso va a significar más pobreza, refiere.

Serrano explica que la variable que mejor pronostica lo que va a pasar con la pobreza es el empleo, por lo que para prevenir esta situación es deseable que la administración aplique programas para apoyar a los sectores más vulnerables que están en riesgo de caer en esta situación económica.

Sería muy bueno que el gobierno federal implementara un programa de respuesta fiscal significativa a fin de, primero, impedir que empresas desaparezcan, porque es una forma de proteger el empleo, no sólo a las empresas sino también a los trabajadores, y segundo, dar apoyos a la población más vulnerable, en particular a los que pierden el empleo se les podría dar apoyo temporal para que subsistan.

Adrián de la Garza, director de Estudios Económicos de Citibanamex, detalla que la contracción económica que se avecina provoca menos demanda de insumos mexicanos al extranjero y menos solicitud de servicios. La pérdida de empleos es una catástrofe social que incide en un alza de pobres. La gente deja de salir, de ir a conciertos, restaurantes, dejan de consumir productos y servicios que de forma generalizada implican una contracción fuerte en la economía... esto tiene una implicación muy fuerte sobre los ingresos de las empresas, su capacidad de pago, lo que afecta al empleo y, como ya vimos, sólo en abril se perdieron más de medio millón, es una catástrofe, menciona.

Añade: las personas posiblemente no encuentren un trabajo rápido, y esto tiende a apretar el cinturón, ahorrar, lo que a su vez inhibe el consumo, el dinero no se mueve. Una contracción trae aumento de la pobreza, la desigualdad, sobre todo porque hay diferencias respecto del tipo de gente que se queda sin empleo.

Carlos Serrano, de BBVA México, expone que ante esta situación, podría ser momento de cambiar el contrato social que hay en el país respecto del trato a los más vulnerables. El país enfrentará una nueva realidad económica, sabemos que el país tiene enormes desigualdades y la pandemia lo acentuará, se necesita una reflexión colectiva y tomar medidas para bajar la inequidad, medidas fiscales, mejorar contribuciones a las pensiones, medidas para mejorar la educación y la salud pública, aclara.