Política
Ver día anteriorLunes 18 de mayo de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Pandemia

Prioridad para los mayores de 60 años

Intelectuales y políticos piden proteger a presos vascos en riesgo por Covid-19

Más de 230 permanecen en cárceles de España y Francia

Foto
▲ Los parisinos aprovecharon la flexibilización del confinamiento y salieron este domingo a las calles, jardines y plazas. Muchos realizaron días de campo en los alrededores de la Torre Eiffel.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de mayo de 2020, p. 8

Se han confirmado casos de Covid-19 en al menos 59 cárceles del Estado Español y 38 en el Francés, entre estas se encuentran las cárceles de Roanne, Muret y La Santé, que albergan detenidos vascos. En el estado español, se han detectado casos entre otras en Albolote, Herrera de la Mancha, Puerto II y III y Sevilla.

El proceso de resolución del conflicto en el País Vasco ha avanzado de manera histórica en la década pasada, transformando el curso de la historia, lo que ha tenido un efecto positivo sobre las vidas de miles de familias y comunidades. Han pasado nueve años desde que ETA puso fin a su violencia y dos años desde su disolución. Sin embargo, nos encontramos ante un proceso incompleto, ya que aún permanecen en prisión más de 230 presos y presas de motivación política.

La experiencia en el ámbito internacional nos ha dejado una lección: ningún proceso de paz puede progresar si no se gestiona la cuestión de las personas presas. La Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco, encabezada por destacadas figuras internacionales como Kofi Annan, Gro Harlem Brundtland, Bertie Ahern, Jonathan Powell o Gerry Adams, interpeló a los gobiernos español y francés para buscar una solución en torno a esta cuestión (Conferencia Internacional de Aiete 2011). Sin embargo, todavía sigue sin responderse a dicha petición. Como resultado nos encontramos ante un proceso inacabado, ya que el conflicto permanece sin resolverse. Se da un estancamiento de las relaciones y aún no se ha dado con un acuerdo político sostenible y duradero.

En este momento, tanto el proceso como toda la humanidad se enfrentan al nuevo reto de la pandemia del Covid-19. En palabras del secretario general de Naciones Unidas António Guterres, estamos ante el test más importante desde la fundación de esta organización, por lo que hace un llamamiento global a la paz. Además, pide que se confinen los conflictos armados y nos centremos juntos en la verdadera lucha de nuestras vidas. Organismos como el Observatorio Internacional de Prisiones, El Comité Internacional de la Cruz Roja, Amnistía Internacional y el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y el trato o castigo inhumano o degradante han manifestado que el Covid-19 representa un riesgo grave para las personas en prisión. Todos ellos han recomendado que se apliquen medidas especiales para minimizar riesgos y garantizar todos los derechos de las personas encarceladas.

Los brotes de coronavirus en las prisiones no afectan sólo a las personas recluidas.

Unas prisiones más seguras también suponen comunidades más seguras. Así, Michelle Bachelet, alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha subrayado que es vital que los gobiernos respondan a la situación de las personas presas, y añade que las autoridades deberían examinar la manera de poner en libertad a los individuos especialmente vulnerables al virus, entre otros, a los presos de mayor edad y enfermos, así como a los detenidos menos peligrosos.

Dunja Mijatović, comisaria de derechos humanos del Consejo de Europa, ha llamado a todos los estados miembros ha utilizar todas las alternativas disponibles al encarcelamiento siempre que sea posible y sin discriminación.

Creemos firmemente que es la hora de aplicar una acción humanitaria inmediata conforme a las Reglas Nelson Mandela, adoptadas por los gobiernos de España y Francia. No podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo. Este virus nos muestra la manera en la que estamos interconectados, aunque algunos colectivos corren un riesgo mayor que otros, como es el caso de las personas que viven en residencias, prisiones o barcos. Por la tanto, si queremos proteger a la población reclusa y avanzar en el proceso de paz en el País Vasco, son necesarias unas medidas más contundentes.

Por todo ello, instamos urgentemente a los gobiernos español y francés a que apliquen las siguientes medidas valientes y generosas:

1. La liberación inmediata de aquellos presos vascos particularmente vulnerables, incluyendo a los mayores de 60 años y a quienes tengan patologías previas o sufran enfermedades graves.

2. La liberación de aquellos presos y presas que hayan cumplido las tres cuartas partes de sus condenas o reúnan las condiciones para la libertad condicional. El hecho de que ETA haya desaparecido hace ahora dos años es una garantía de no repetición.

Reconocemos que la puesta en libertad de una persona presa antes de que haya cumplido su sentencia es una decisión de gran calado. Se trata de una decisión compleja para cualquier sistema judicial que puede herir los sentimientos de las víctimas y sus familiares. De cualquier manera, en el contexto de la pandemia a la que nos enfrentamos, para asegurar en la medida de lo posible el bienestar y la seguridad de las personas trabajadoras y la población penitenciaria, y en aras del alcanzar la paz, creemos que es un paso apropiado y razonable.

Reconocer la dignidad y humanidad de todas las personas es fundamental. No hay duda sobre lo que Nelson Mandela hubiera hecho.

Ahora es la hora, ahora es su hora.

Más información en https://bit.ly/3bD6kGF