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Complicado para unos, imposible para otros, seguir la sana distancia
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▲ En la esquina de las calles Madero y Motolinia, en el Centro Histórico, capitalinos ingieren fritangas pese a la cuarentena por la emergencia sanitaria de Covid-19.Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de abril de 2020, p. 30

Cumplir con la sana distancia para evitar el contagio de Covid-19 en las filas de ingreso a sucursales bancarias, clínicas de medicina familiar, hospitales, tianguis y el Metro ha sido complicado y en algunos casos imposible, porque aún hay un gran número de personas que sigue concentrándose en estos puntos.

Ante esta situación, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló que la dirección del Metro diseña un mecanismo para dosificar la entrada de usuarios a las estaciones de mayor afluencia y respetar la sana distancia.

Modesta Reyes, dedicada a la limpieza del hogar, acude tres días a la semana a la colonia Del Valle a trabajar; su único medio de transporte es el Metro, dice, de la estación Puebla a Zapata.

Para la trabajadora del hogar de 50 años, a raíz de la aplicación de medidas para evitar los contagios, su único cambio fue el horario. Entraba a las siete de la mañana y sus patrones le permitieron llegar a las 10 para evitar las aglomeraciones en el transporte.

Aun así, a su regreso se encuentra con vagones llenos. Los pasajeros van uno atrás o al lado de otro. Utilizan los mismos pasamanos para evitar caer, sin guantes o alguna otra protección. Pocos usan mascarillas, porque están agotadas o su precio es muy alto.

Fui a comprar guantes y cubrebocas, pero por 150 mascarillas me cobraban más de 800 pesos en la farmacia. ¡Ni lo que gano!, comentó la mujer que pasa fuera de su hogar hasta 12 horas.

Vigilantes del andén de la línea 2 reconocen que ha bajado la afluencia de usuarios, pero aún siguen en las horas pico. Identificaron tres horarios: de seis a 10 de la mañana; de 14 a 16 horas, y a las 18 horas, sin que se pueda evitar el contacto entre pasajeros.

Gabriel Jiménez todos los días debe hacer fila para ingresar al Centro Médico Siglo XXI. Su padre lleva dos semanas internado y tras la propagación del coronavirus se restringieron las visitas.

Estamos todos afuera, unos con cubrebocas, otros traen gel antibacterial. Al entrar, por la angustia, ya nadie se fija. Se empujan y enciman, pero qué se le hace. Se enojan y gritan, no piensan en el virus , comentó.

El horario más difícil para quienes esperan en la explanada del centro de especialidades del IMSS es por la mañana: Se juntan los familiares de los internos y pacientes que vienen por quimioterapia, a rayos X o a sacar cita porque están enfermos, comentó.

En los bancos la situación no es distinta, aunque intentan poner orden, como en Scotiabank y Citibanamex. Dentro de las sucursales han marcado en el piso la distancia entre clientes, pero se pierde el control en la calle.

En los tianguis siguen las ventas y se ve tanto a los marchantes como a los consumidores no aplicar las medidas para evitar el contagio de Covid-19. Al respecto, la jefa de Gobierno señaló que algunos mercados sobre ruedas han aceptado no instalarse, al menos en acuerdos alcanzados entre las organizaciones de comerciantes y alcaldías.