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Por necesidad, ambulantes ignoran la cuarentena

Únicamente los más jodidos, que no tenemos un trabajo formal, estamos en las calles, explican

 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de marzo de 2020, p. 29

La necesidad llevó ayer a decenas de ambulantes a continuar con la venta de sus productos en las calles de la Ciudad de México, donde parejas de amigos, novios o familias desafiaron al Covid-19 con paseos, abrazos y besos.

Únicamente los más jodidos, que no tenemos un trabajo formal y estamos en las calles salimos a ganarnos la chuleta, porque vivimos al día, aunque muchos clientes no vinieron a trabajar, porque los descansaron o sus patrones bajaron la cortina, dijo Lety.

La vendedora de antojitos lamentó que entre las medidas anunciadas por el gobierno no se considere a los informales, a quienes tienen que salir a vender lo que puedan para subsistir y nos dejen a la buena de Dios.

Como ella, José Luis también se quejó de las bajas ventas, pues se han caído en más de 90 por ciento y van a caer más, porque la gente tiene miedo de salir de casa y quien lo hace es para ir al trabajo y trae su comida para no gastar, porque no sabe cómo la va a librar.

En la explanada de Bellas Artes, Daniel e Ilse salieron a patinar y entre abrazos y besos de enamorados confesaron no tener miedo a contagiarse del coronavirus, pues, aseguraron, se trata de vivir la vida, porque si nos da sabemos que no hay cura, no hay nada que hacer.

Cuando te toca, te toca, afirman dos jóvenes

Lo mismo ocurre con José Zavala, quien para no aburrirse en casa decidió pasear por la Alameda con su hijo; mientras, enfrente, afuera de una tienda departamental, al menos 15 personas se colocan frente a un joven que ofrece gatitos en adopción sin coronavirus.

María Fernanda y Carlos Alberto, una pareja de novios en silla de ruedas, aseguraron que cuando te toca, te toca, por eso decidieron pasear por la Alameda, aprovechando que no hay gente y es menor la posibilidad de contagio.

Para Octavio, un organillero de 80 años quien vive en el municipio de Naucalpan, estado de México, la enfermedad no es el coronavirus, sino el encierro, por lo que quedarse en la casa sería morir de tristeza.

Damnificados Unidos de la Ciudad de México se negó a reducir a cinco el número de representantes en la reunión que sostendrán hoy con la Comisión para la Reconstrucción y anunciaron que de ser necesario saldrán a la calle para ser escuchados.