La reducción en el precio del petróleo sólo ha impactado en algunas gasolineras, pues la diferencia de costos entre concesionarios tiene variaciones importantes, señaló la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). En La Paz, Baja California Sur, la magna se vende hasta en 21.50 pesos, mientras en Hidalgo, llega a 15.96, una diferencia de 5.54 pesos; en la premium, el margen alcanza hasta 5.80 pesos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la decisión de su administración fue que repercutiera en el precio al consumidor la baja en la cotización del crudo, sin ampliar el margen de impuestos en beneficio del gobierno. Se pudo haber dicho va un impuesto especial para enfrentar la contingencia por el coronavirus y va a quedar igual, 20 pesos el litro en promedio.

Se solicitaría a los técnicos actualizar la proyección del precio, se mantendría el precio y se cumpliría el compromiso de mantener sin incrementos en términos reales a los combustibles; sin embargo –dijo–, esa no fue la decisión y, apoyados en que Pemex es el principal distribuidor del país y una empresa pública sin fines de lucro, sí hacer negocio, pero pensar en la economía nacional y en la popular.

A su vez, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, condenó el abuso de algunos concesionarios que bajan unos días el precio para atraer clientela y después lo vuelven a subir. Cuando exista la declaratoria de emergencia de salud, Profeco tiene facultades extraordinarias y puede intervenir para sancionar aumentos injustificados que distorsionan el mercado.

Con esa disposición, vamos a poder actuar y ya sabemos en dónde, porque tenemos muy determinado y medido quiénes se están pasando de rosca y algunas son megapasados de rosca.

Reconoció que los promedios de precios de la gasolina se mantienen elevados porque algunos distribuidores, algunas gasolineras, no están repercutiendo la baja en el precio al consumidor.