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Virus tardará en desaparecer de seis meses a un año: experto

Cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio destrozaría a mucha gente

Tendría un impacto tan global como la misma propagación del coronavirus que los hace peligrar

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▲ Las calles de Tokio se ven semivacías ante las medidas para evitar la propagación del Covid-19.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de marzo de 2020, p. a10

Tokio. Una cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio –lo mismo que una postergación o la realización de justas sin público– tendría un impacto tan global como la misma propagación del coronavirus que hace peligrar la competencia.

El Comité Olímpico Internacional y los organizadores locales dicen que los Juegos se llevarán a cabo como estaba programado, pero el reloj sigue avanzando.

El destino de los Juegos afecta a 11 mil deportistas, además de 4 mil 400 paralímpicos, técnicos y dirigentes, organizadores, el gobierno japonés y el orgullo nacional, medios de transmisión, aficionados y patrocinadores de todo el mundo. A lo que deben sumarse hoteles, aerolíneas y choferes de taxi, así como 80 mil voluntarios que no cobran y que se perderían una oportunidad única en la vida.

Escucho por ahí que los Juegos podrían ser cancelados. Sería horrible, dijo J’den Cox, bicampeón mundial de lucha y medalla de bronce en Río de Janeiro 2016. Destrozaría a mucha gente si no se hacen.

La marca olímpica podría resultar manchada, aunque el COI sería uno de los menos afectados económicamente si se suspenden. Tiene varios meses para tomar una decisión definitiva.

Cuesta imaginar que esto se resolverá para fines de mayo, pero podría ser, comentó Ali Khan, epidemiólogo y decano del Colegio de Salud Pública de la Universidad de Nebraska; al margen de ello, si hay deportistas contagiados, los Juegos no serían demasiado interesantes. Se sabe que es muy fácil la propagación en actos con mucha gente.

Kazuhiro Tateda, experto en enfermedades infecciosas y miembro de una comisión del gobierno japonés, dijo que el virus probablemente tarde en desaparecer.

A diferencia de la gripe, que se va cuando llega el verano, pareciera que el coronavirus podría durar entre seis meses y un año, dijo Tateda al canal NHK el martes.

El COI tiene numerosos seguros financieros en caso de una cancelación, algo que sólo ha ocurrido en tiempos de guerra desde el inicio de los Juegos Olímpicos modernos en 1896. El reciente informe anual indica que tiene una reserva de casi 2 mil millones de dólares, que podría cubrir los gastos hasta los Juegos de Invierno de 2022 en Beijing.

Los documentos señalan que pagó 14.4 millones de dólares por un seguro para protegerse de una eventual cancelación de los Juegos de 2016 en Río de Janeiro y 12.8 millones para asegurar los de Invierno de 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur.

Wolfgang Maennig, ex campeón olímpico de remo y quien enseña economía deportiva en la Universidad de Hamburgo, dijo que cualquier pérdida sería compartida.

Las compañías de seguro tendrían que pagar por buena parte de las pérdidas, expresó; el resto lo tendrá que absorber el COI.

El contrato firmado por el organismo con la ciudad de Tokio estipula que se pueden cancelar los Juegos por razones de fuerza mayor.

Los más perjudicados podrían ser los deportistas, según Victor Matheson, economista especializado en el deporte del College of the Holy Cross de Worcester, Massachusetts.

Su carrera no es larga y en muchos deportes los Juegos Olímpicos son la gran oportunidad de beneficiarse económicamente, explicó.

Matheson dijo que las pérdidas que sufran hoteles y otros servicios difícilmente están aseguradas. Las inversiones en estadios parecen riesgosas.

Alrededor de 73 por ciento de los ingresos de 5 mil 700 millones de dólares del más reciente ciclo olímpico (2013-2016) provinieron de la venta de los derechos de transmisión. La cadena estadunidense NBC representa al menos la mitad de esos pagos. Los patrocinios aportan 18 por ciento.

La empresa madre de NBC, Comcast, dijo que, gracias a los seguros y a la forma en que se redactan los contratos, la cadena no sufriría pérdidas si se cancelan los Juegos. Pero dejaría de percibir el dinero de los avisos, que en Río 2016 llegaron a 250 millones de dólares.

Christopher Chase, abogado de Nueva York especializado en el deporte, la propiedad intelectual y los medios de prensa, dijo que difícilmente los patrocinadores y los medios de comunicación demanden por ruptura de contrato si los Juegos no se llevan a cabo o si cambian las condiciones. Indicó que estos contratos generalmente tienen cláusulas que los protegen en situaciones extraordinarias.