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9 de Marzo

En mi familia no hay machismo

AMLO: en democracia, libertad en todo sentido
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▲ En Calvillo, Aguascalientes, con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.Foto Presidencia
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Periódico La Jornada
Domingo 8 de marzo de 2020, p. 3

Calvillo, Ags., La víspera de las movilizaciones feministas por el Día Internacional de la Mujer y contra la violencia de género, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que la transformación del país se dará en un marco de libertad en todo sentido: de expresión, manifestación, religiosa, política y de género. Y con estas libertades amplias, casi al límite de decir prohibido prohibir, que no estemos queriendo limitar manifestaciones, las expresiones de la gente, garantizando el derecho a disentir, a protestar.

En una tierra gobernada por Acción Nacional, acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrrez Müller –con quien intercambió besos, ante la efervescencia de los presentes tanto en Calvillo como más tarde en Jerez–, el Presidente reconoció que siempre hay resistencias, reacción a los cambios, pero no debemos espantarnos si hay oposición, esto es natural.

En la dictadura sólo hay pensamiento único, no se puede decir nada, si hay protestas es con los dientes apretados. El propósito es que haya una auténtica democracia.

Minutos antes, Martín Orozco, uno de los gobernadores panistas más críticos a los acuerdos para el Instituto de Salud para el Bienestar, dijo que aun cuando hay quienes desean vernos siempre peleando, compartimos el llamado presidencial de hacer a un lado los pleitos con el fin de buscar consensos.

Protestas en el camino

Más allá del protocolo, en tierras panistas, camino a Calvillo aparecieron mantas con sendos mensajes: Presidente machista #NiUnaMenos y Récords rotos, 40 mil homicidios.

En su encuentro público, los calvillenses celebraron los anuncios de elevar a rango constitucional los programas de política social, el respaldo a productores, becas y pensiones.

En este contexto, López Obrador expresó su preocupación porque con el surgimiento del coronavirus se genere incertidumbre que pueda impactar la economía. Estamos trabajando para que no haya crisis en empresas.

Por la tarde, el jefe del Ejecutivo federal encabezó otro acto público en Jerez, Zacatecas, donde encontró expresiones de inconformidad de personal médico de los hospitales estatales, escépticos sobre su futuro laboral; productores de frijol decepcionados por los insuficientes apoyos en tiempos de sequía, o ex braceros que elaboraron mantas con el propósito de demandar el cumplimiento de promesas de resolver su añeja situación de pagos incumplidos.

En su visita a Zacatecas, entidad caracterizada por la expulsión de migrantes, defendió su estrategia en la relación bilateral con Estados Unidos, porque muchos creyeron que iba a haber pleito, pensaban que me iba yo a pelear con el presidente Donald Trump, algunos hasta se frotaban las manos. Pues se quedaron esperando porque, aunque hubo momentos difíciles, lo convencimos de que no era conveniente empezar una guerra comercial. Nosotros no vamos a pelearnos con el gobierno de Estados Unidos.

De buen humor –que atribuyó a la presencia de su esposa–, López Obrador sometió a consulta improvisada su política hacia el país del norte, previo énfasis que hizo en su premisa de tener una buena relación con el gobierno estadunidense: Que levanten la mano quienes consideren que es bueno enfrentarnos con Trump. Que levanten la mano los que estén mejor por la conciliación, que seamos respetuosos para que nos respete el gobierno de Estados Unidos...

Predecible el resultado, sólo un puñado votó por la confrontación.

Hacia el final de la concentración en Jerez, López Obrador aludió a su buena forma física: ¿Saben por qué estoy como si fuese en la mañana que me levanté, estoy entero, al 100? Porque, entre otras cosas, además de que me gusta mi trabajo y que gracias a la naturaleza y al creador estoy bien. Ademas de eso, de mis convicciones, el día de hoy me acompaña mi mujer, mi esposa, mi compañera.

Entre la gritería colectiva para alentar un beso, López Obrador continuó sonriente: En la familia de nosotros no somos clasistas, no somos racistas y no hay machismo. Y allá (en Calvillo) se paró Beatriz y vino a darme un beso. Ahora yo voy a darle un beso a ella, con lo que prácticamente se dio por terminada la jornada.