Colima, Col., Griselda Hernández Dueñas buscó por varios meses a su hijo desaparecido hasta que la Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGEJ) le informó el 28 de enero que habían sido confirmados en 99.9 por ciento los estudios de ADN de su muchacho y se lo entregaron. Pero no era su vástago.

Revictimizaron a la señora y no recibió la atención sicológica adecuada por la institución de justicia, dice el colectivo Desaparecidos Colima, que la ha acompañado en este caso.

En rueda de prensa, Hernández Dueñas relató que en mayo de 2019 su hijo Kaliz Martínez salió con un ex policía de Colima a realizar trabajos de carpintería en Los limones, municipio de Coquimatlán.

Añadió que algunos testigos vieron a los dos llegar a la comunidad, pero apenas habían bajado sus herramientas cuando fueron interceptados por varios hombres y desde entonces no se sabe de ambos.

La señora y sus otros hijos se trasladaron al Instituto Jalisciense de Estudios Forenses, con sede en Guadalajara, donde se encontraba el cuerpo, pero concluyeron que era el de otra persona.

Me dieron un cuerpo con tatuajes, mi hijo no los tenía, señaló. La fiscalía admitió que hubo una anomalía.

La Fiscalía General del Estado de Colima (FGEC) detuvo a una persona relacionada con la desaparición, señaló Hernández Dueñas, quien acudió a la primera audiencia con el juez para vincularlo a proceso pero no dijo nada y se fijo hasta abril la continuación del proceso.

Las activistas señalaron que la titular de la Comisión de Búsqueda de Desaparecidos de Colima, Rosa Evelia Pérez Valdivina, no nos ha apoyado, ni siquiera para (tramitar) un oficio, nos hemos apoyado en el comisionado de Nayarit, dijo.

El colectivo Desaparecidos Colima se integró a raíz del descubrimiento de las fosas de Santa Rosa, Tecomán, en febrero de 2019 donde encontraron 84 cuerpos. Según datos oficiales, de 2012 a 2019 han sido reportados 749 personas desaparecidas en Colima.