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Svetlana Alexievich escribe dos libros y se empeña en cumplir sueños

La Nobel de Literatura 2015 trabaja en la apertura de una editorial para escritoras y recauda fondos que aprovecharán niños con autismo

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▲ La escritora anunció que su nuevo sello editorial ya tiene fecha de lanzamiento. En la imagen, el día que fue reconocida con el Nobel.Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de enero de 2020, p. 7

Moscú. Siempre comprometida con las mejores causas, la escritora Svetlana Alexievich, premio Nobel de Literatura 2015, además de trabajar en dos nuevos libros de modo simultáneo, dedica parte importante de su tiempo a hacer realidad, en su natal Bielorrusia, dos sueños, uno propio y, el otro, de unos niños con autismo.

La autora de La guerra no tiene rostro de mujer, quien siempre ha querido fundar una editorial que publique sólo libros escritos por mujeres, pronto podrá ver concretado ese deseo.

Según contó a la revista mensual Nasha Niva, que se publica en Bielorrusia, hace medio año –tras revisar la lista de novedades literarias de las más prestigiadas librerías de Minsk–, observó que se publica muy poco de mujeres, y se fijó como meta estimular y dar confianza a las autoras, hacer que aumenten sus ganas de escribir.

El proyecto, adelantó hace unos días a la prensa de su país, ya tiene fecha de lanzamiento y dentro de unos meses verán la luz los primeros dos libros de la editorial, bajo el sello Pfliambaum: uno con la narrativa más reciente de Eva Vezhnaviets y otro con los nuevos poemas de Tatiana Skorinkina.

El nombre de la editorial es un homenaje a la poeta bielorrusa Yevgueniya Pfliambaum (1908-1996), censurada en la época soviética, cuyo primer libro se publicó en 1989; el segundo, en 1992, y el tercero y último sigue guardado en el cajón de algún escritorio en espera de ser editado bajo el sello que lleva su apellido.

Aún hay que quitar no pocos escollos en el camino de la editorial. Aliona Kozlova, directora de Pfliambaum, lamenta que las autoridades estén poniendo infinidad de pretextos burocráticos para retrasar la aparición de la editorial en el mercado, el más reciente, que ella debe presentar un examen en el Ministerio de Información de Bielorrusia, al tiempo que ya rechazaron dos veces la solicitud.

Alexievich, fundadora y sostén financiero de la editorial, es optimista; mientras, aceptó contribuir a que se cumpla el otro sueño al sumarse a la campaña para recaudar fondos que harán posible que el 29 de febrero se estrene en el teatro académico Yanka Kupala de Minsk, el más importante de la capital bielorrusa, una pieza interpretada por actores profesionales, cerca de 40 niños con autismo y sus padres, sin faltar un coro infantil.

La autora de Voces de Chernobyl, sinfonía de testimonios acerca de la catástrofe nuclear, acaso su obra más traducida a otros idiomas, propuso subastar la posibilidad de que quien gane la puja comparta con ella un palco en el teatro y, en el intermedio converse de cualquier tema que quiera, taza de té en mano.

Desde que publicó El fin del Homo sovieticus, en 2013, Alexievich lleva siete años sin sacar un nuevo título, pero acaba de confirmar –en una entrevista de prensa concedida en Kiev, Ucrania, a comienzos de este año– que está escribiendo dos libros, uno centrado en el amor y el otro en la muerte.

“¿Cómo intenta la gente ser feliz? En mi ciclo Utopía Roja las condiciones de crisis son la mayor prueba del carácter humano; en el amor, las emociones. Y en la muerte… qué remedio, la muerte es inevitable”, reflexiona la escritora.

Y explica cómo puso la mirada en esos temas: Llevo cinco años trabajando en estos libros. ¿Por qué decidí escribir acerca de eso? Para equilibrar un poco lo que pretende ser mi enciclopedia de la vida soviética. Ya escribí sobre el ser humano en la guerra, cómo ocurrió la caída del imperio, cómo sucedió Chernobyl. Pensé que me faltaban el amor y la muerte. Escribir sobre cómo intentaban ser felices las personas y sobre la vejez.