Los fabricantes mexicanos de autopartes que proveen a América del Norte esperan un año récord tras la aprobación en Estados Unidos del nuevo acuerdo comercial, el cual exige mayores insumos regionales, pero los armadores enfrentan un momento difícil para adaptarse a requisitos más estrictos.

Después de meses de roces, los legisladores estadunidenses ratificaron el jueves pasado el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), negociado por presiones del presidente Donald Trump para remplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Un punto neurálgico del convenio, que el parlamento de Canadá aprobará en las semanas próximas, son las nuevas reglas para esa industria, que plantean más insumos locales en automóviles para calificar para el comercio libre de aranceles dentro de América del Norte.

Durante los próximos cinco-siete años los fabricantes de vehículos tendrán que aumentar gradualmente el contenido regional. En el caso de los automóviles ligeros, deberá pasar del actual 62.5 a 75 por ciento.

Aunque esto incentiva la producción local de partes, también ejerce presión sobre los fabricantes de autos en México para que reorganicen sus líneas de suministro durante la transición, justo cuando enfrentan una debilitada demanda local y global, a la que se sumaría una mayor competencia.

El grupo que representa a los productores de autopartes en México, la INA, apuntó que tres armadoras automotrices chinas comenzarían a producir en el país en menos de un año, prueba de que la ratificación del T-MEC ayudará a generar nuevos negocios, y prevé que ello incidirá en un aumento de la producción del sector.

Esta llegada de la inversión extranjera china, tanto de las armadoras como de Tier Uno (proveedores de primer nivel), es muy importante, porque es lo que va a ayudar al incremento de los números en cuanto a producción de autopartes en México, aseveró Alberto Bustamante, director de comercio exterior de la INA.

La economía mexicana ha estado al borde de la recesión desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó el cargo, en diciembre de 2018. Ventas, producción y exportación de vehículos también han desacelerado y caído, mientras la industria espera nuevos decrementos para este año.

En contraste, el sector autopartes, que incluye a empresas como Rassini y Nemak con sede en México, y varios proveedores extranjeros, como Goodyear y Pirelli, creció 2.2 por ciento el año pasado.

La INA considera que superará 102 mil millones de dólares las ventas por vez primera en 2020, tras facturar casi 99 mil millones de dólares en 2019, según Bustamante.

En un intento por frenar la migración de la industria automotriz a México, cuyos costos de producción suelen ser menores, 40 por ciento de un vehículo ligero y 45 por ciento de una camioneta deben provenir, bajo el T-MEC, de áreas que paguen a los trabajadores al menos 16 dólares por hora, es decir, de Estados Unidos y Canadá.

Los fabricantes también deberán adaptarse a nuevas normas sobre el uso de acero y aluminio en América del Norte.

Será necesario un trabajo intenso con nuestros proveedores para cumplir las nuevas reglas, especialmente requisitos en acero y aluminio y de valor de contenido laboral, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, Miguel Elizalde, quien admitió que tampoco están exentos a la menor demanda.

Toyota mueve la producción de Tacoma a México

En Estados Unidos, Toyota Motor informó ayer que trasladará la producción de su camioneta Tacoma a México, como parte de un ajuste de producción.

La empresa ha estado fabricando la Tacoma en su planta de Baja California en México desde 2004 y, el mes pasado, la planta de Toyota en Guanajuato comenzó a ensamblarla.

Toyota dijo que su capacidad de producción de la Tacoma en México será de aproximadamente 266 mil unidades por año.

El año pasado, el fabricante de automóviles vendió casi 249 mil vehículos de ese modelo en Estados Unidos.

El T-MEC permite que los fabricantes de automóviles ensamblen camionetas en México sin enfrentar nuevas aranceles punitivos.

El mayor fabricante de automóviles japonés también dijo que dejará de producir la Toyota Sequoia en Indiana en 2022, ya que esa instalación se enfocará en deportivos utilitarios (SUV) y minivans de tamaño mediano.