Sociedad y Justicia
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Feminismo renace ante feminicidios

2019, el año de las movilizaciones contra la violencia de género

Mujeres de las nuevas generaciones toman las calles porque no quieren vivir con miedo

 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de diciembre de 2019, p. 26

En los años recientes, en particular 2019, las demandas estudiantiles más vibrantes en las universidades públicas o privadas en el país son la erradicación de la violencia contra las mujeres y la seguridad.

Aunque el feminismo ha estado presente por décadas en los movimientos estudiantiles, no solía ser su eje. El movimiento estudiantil de 1968, de acuerdo con especialistas, no se asumió feminista, como tampoco el feminismo o la seguridad fueron las demandas centrales de las huelgas estudiantiles en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 1986 o 1999, o del movimiento #YoSoy132 de 2012.

Sin embargo, sí lo es en movimientos que se han registrado desde 2016 en distintas casas de estudios.

Las decenas de desapariciones y feminicidios de alumnas han dejado huella en la comunidad universitaria, de acuerdo con estudios académicos.

Para muchas alumnas, la violencia feminicida en el país, junto con otros factores, las han llevado al activismo, a militar en colectivas feministas, como llaman a sus organizaciones.

Creo que lo que hizo que estallara este nuevo feminismo militante fueron los feminicidios, narra una estudiante y activista que participó en un estudio realizado por Araceli Mingo, académica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM.

Para su trabajo El tránsito de estudiantes universitarias hacia el feminismo, Mingo entrevistó a 11 alumnas que militan en dichos grupos. Una de ellas dice que en la universidad las estudiantes sabían de los feminicidios por los medios de comunicación, pero que hace unos años de pronto Facebook se vuelve como la nota roja y hay muchos relatos de asesinatos de mujeres con lujo de violencia; entonces, uno como mujer, que también vive violencias cotidianamente, no puede quedarse sin opinión. Veo cómo se empieza a acumular un sentimiento de impotencia y de mucha rabia porque se incrementan los casos y no pasa nada.

Respecto al surgimiento de un nuevo movimiento feminista menos teórico y más militante, señala Mingo, varias de las entrevistadas identificaron como un parteaguas la marcha realizada el 24 de abril de 2016, conocida como 24A, que fue convocada con el lema #VivasNosQueremos para denunciar los feminicidios y las demás violencias machistas.

A otras alumnas las agresiones contra las mujeres, la desaparición de sus compañeras, sus feminicidios, las han llevado a cambiar sus hábitos, a buscar protegerse y también se empoderan al tomar las calles porque no quieren vivir con miedo.

En un estudio sobre cómo la inseguridad y los feminicidios están influyendo en las prácticas cotidianas de los estudiantes de bachillerato de Naucalpan, estado de México, Leticia Pogliaghi, también investigadora del IISUE, señala que los estudiantes que viven en espacios donde la violencia y la inseguridad tienen alta incidencia la consideran parte de la cotidianeidad y expresan que es necesario “evitarla a través de acciones individuales desarrolladas con personas cercanas –familiares, amigos o amigas– orientadas al resguardo y la protección personal, implicando, como es de esperarse, un retiro y limitado uso del espacio público”.