Con la firma del protocolo modificatorio del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, (T-MEC) el documento se remitirá a la brevedad posible al Senado para que esa instancia apruebe el adenda al texto originalmente avalado, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador. Adelantó que ya hay un acuerdo entre las fuerzas políticas, porque a los senadores se les consultó durante las negociaciones.

Para el mandatario, al concretarse las modificaciones, México se convierte en un país muy atractivo a las inversiones para empresas que buscan llegar al mercado estadunidense. Es un tratado de dimensión mundial que va atraer mucha inversión de todas partes del mundo, porque se trata de un mercado muy fuerte; es una región muy importante en lo comercial..

Una vez firmado el documento, confió algunos pormenores de los momentos más difíciles en la negociación del T-MEC, particularmente cuando hacia finales del sexenio pasado se negoció un amplio capítulo en materia de energía que ponía en riesgo la soberanía mexicana.

Hubo una oposición nuestra y se rompieron las pláticas como una semana, y no cedimos. Y lo que quedó en el tratado al final fueron dos párrafos, los cuales dicen que México es un país libre, independiente, soberano y que tiene el manejo pleno de sus recursos energéticos.

El mandatario insistió en destacar el papel del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien allanó las diferencias para aceptar la postura mexicana.

Destacó las ventajas que tiene el país bajo el T-MEC, porque favorecerá las inversiones y al mismo tiempo redundará en mejores condiciones laborales para los trabajadores mexicanos, tanto en términos salariales como en prestaciones. Subrayó que las peticiones de los congresistas demócratas en materia laboral confluyen con la reforma que en la materia aprobó México para allanar la firma del acuerdo

Señaló que en el ámbito laboral no se van a permitir ya sindicatos blancos, mediante los cuales los dirigentes gremiales negocien con las empresas a espaldas de los trabajadores, porque tanto en la ley mexicana como en el anexo del tratado se, contempla como objetivo que haya democracia sindical.

Al abundar sobre el proceso de ratificación del protocolo modificatorio, López Obrador indicó que se cumplió con los procedimientos para que (los legisladores) estuvieran informados de las negociaciones y se puso como condición que no se firmaba nada hasta que ellos dieran su anuencia, y entonces estuvieron de acuerdo. Falta desde luego que de manera autónoma, soberana, decidan, porque es el procedimiento legal, pero ya se avanzó mucho.

Destacó que a la ceremonia de la firma del protocolo acudieron senadores de todas las fracciones parlamentarias, por lo que estimó que hay un gran consenso que también involucra a los líderes sindicales y obreros.

Al preguntarle sobre los señalamientos de Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, quien acusó al gobierno de actuar con un santanismo en la negociación, López Obrador desestimó sus críticas: respeto su derecho a manifestarse; no comparto su punto de vista. Si a esas vamos, yo diría que él está haciendo campaña política porque quiere ser candidato de un partido conservador en Baja California (…) no representa realmente a los empresarios”.