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Achille Mbembe: obra en movimiento
1.L

a caleidoscópica obra de Mbembe, el filósofo camerunés formado en Francia y afincado desde hace años en Sudáfrica −que recién estuvo en México con una conferencia sobre la militarización y las fronteras (bit.ly/31PJvur)−, abarca temas desde posmodernidad, Estado, violencia, capitalismo, sicoanálisis, sexualidad, ciudad, migraciones, nuevas tecnologías y su escalada, hasta racismo y colonialismo. Conocido más por su término de necropolítica −una fusión de la biopolítica foucaultiana y el estado de excepción schmittiano, un modo de gobernar mediante la decisión del soberano de quién vive y quién muere y amplio abanico de políticas de subyugación a la muerte para el control poblacional ( Necropolitics, en: Public Culture, núm. 15/1/03, p. 11-40)− Mbembe se mueve analíticamente en diferentes direcciones. Si bien rehúye de ser catalogado sólo bajo la categoría de necropolítica, su pensamiento, mutando, una y otra vez vuelve a ella –como en su concepto de sociedad de enemistad (bit.ly/2NnyPxF)− contactándose con otros temas de su interés −en sus propias palabras−, el rubro de la vida, cosas que la afectan y amenazan (fronteras, tecnología), su futuro y la durabilidad de nuestro planeta. Todo esto en una era marcada por resurgimiento de fuerzas racistas, fascistas y nacionalistas, las políticas de la exclusión, el neo-apartheid, la erosión de la democracia y proliferación de zonas de muerte (véase: Necropolitics, Duke University Press, 2019).

2. Trabajando ampliamente cuestiones de raza, racismo y su construcción –y retomando de Foucault el punto de cómo el racismo de Estado se vuelve una herramienta del biopoder y la biopolítica− Mbembe apunta a la Ilustración como su origen. Entrelazando las narrativas de la esclavitud, el colonialismo y el apartheid bajo lo que denomina la razón negra (véase: Critique of black reason, 2013), disecciona los modos históricos que moldearon la experiencia negra (bit.ly/2MZREs5) y un muy concreto nudo entre negritud-blanquitud, la violencia y la muerte cuyas raíces se localizan en los orígenes del capitalismo. Siendo el negro un producto de Europa y su razón (Kant, etcétera) –una suerte de Sombra de la Ilustración−, la negritud se sitúa para él en el corazón de la modernidad y el capitalismo. Así, el necesario desmantelamiento de la blanquitud pasa tanto por el cuestionamiento de las violentas instituciones poscoloniales, como por el despertar del autoconocimiento y la descolonización de las ciencias.

3. En uno de sus más importantes libros – On the postcolony (2001)− Mbembe, invocando a Freud y Fanon–figura central para su pensamiento (bit.ly/31Z4ydU)− analiza cómo la imagen de África, un continente que raramente aparece por sí solo y como parte de lo humano, está compuesta por una serie estereotipos, productos de fantasías, culpas y miedos del Occidente y su inconsciente. En contraposición a esto destaca su creciente significado para el futuro del planeta en vías del colapso ecológico (bit.ly/2qQ7Djz) y la manera en que ésta expone la naturaleza predadora del capitalismo, constituyendo a la vez su última frontera (bit.ly/2JjJusf). Apuntando a Sudáfrica, convulsionada por la transformación capitalista (bit.ly/31VbZ61) y la xenofobia (bit.ly/2PtcAcv) la ve como un prototípico país fanoniano que no puede dejar de cuestionar su propia consistencia y decidir si sus partes deben existir por separado o juntas, subrayando también como el apartheid, considerado ya difunto, puede ser nuestro futuro global (bit.ly/34n5Tx1).

4. ¿Qué son los rasgos constituyentes de nuestros tiempos? ¿Qué son las claves de nuestro momento que aún no tiene un nombre?, suele preguntar subrayando que una cosa es clara: vivimos en tiempos de un enredo planetario ( planetary entaglement) donde la aceleración y multiplicación de conexiones se interpone a un drive hacia contracción, contención, encierro y selectiva permeabilidad. Donde la proliferación de fronteras/muros/puertas/enclaves y partición del espacio genera toda suerte de gente sobrante que debe ser separada ( vide: apartheid) (bit.ly/32XAQHN). Y donde “una guerra global a la ‘movilidad’”, a los refugiados y los migrantes –el tema político central de hoy− convierte cuerpos en fronteras (bit.ly/2pdAPAT) generando nuevos paisajes de encarcelamiento frente a lo que postula una necesaria utopía de un mundo sin fronteras (bit.ly/36fSqst).

5. A pesar de ser considerado su representante (bit.ly/2oxCMI0), ir destacando puntualmente su importancia (bit.ly/34aGvKx) y ser autor de uno de los más interesantes libros sobre la poscolonialidad ( On the Postcolony)–apuntando bien de paso a la continuidad entre el pillaje colonial, la economía de plantaciones y el imperante modelo del capitalismo neoliberal y la extracción de recursos (bit.ly/2pdAPAT)−, Mbembe rechaza esta etiqueta: “ya lo dije muchas veces, pero nadie me escucha: yo no practico la teoría poscolonial (trascendiendo la ‘diferencia’, en vez de rescatar al ‘pasado no-metropolitano’)”. Así el meollo de su proyecto no es provincializar a Europa (vide: D. Chakrabarty), un continente que ya de por sí no está en el centro, poseído por una obsesiva búsqueda de un enemigo ( Necropolitics, 2019), sino más bien de descentralizar a todo el mundo.

* Periodista polaco