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El magnate arremete contra desleales en su partido

Republicanos denuncian tácticas soviéticas en pesquisa contra Trump
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▲ Republicanos encabezados por Steve Scalise (al centro), líder de la bancada en la Cámara de Representantes, cuestionaron ayer el proceso de impeachment contra Donald Trump.Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 24 de octubre de 2019, p. 27

Nueva York. Decenas de legisladores republicanos ocuparon ayer la sala en el Congreso donde se realizan las investigaciones para formular cargos en un juicio político contra Donald Trump, al intentar cambiar la narrativa del abuso del poder de su jefe a uno enfocado en cuestionar el proceso al presentarlo como un intento de golpe de Estado de los demócratas.

La batalla política se transformó así por varias horas en un acto de teatro, con el presidente como un personaje tragicómico que siguió acusando a todos sus críticos de enemigos de la democracia, incluidos republicanos dentro de su gobierno, de quienes sospecha que son desleales.

Aproximadamente 24 diputados republicanos tomaron ayer por la mañana una sala segura –espacio de ingreso controlado que es utilizado para revisar documentos clasificados o reuniones sobre material delicado– en el Capitolio, donde se realizan las audiencias de tres comités encargadas de la investigación para el impeachment de Trump, obligando así la suspensión de las actividades de ayer que incluían la comparecencia de Laura Cooper, oficial del Pentágono que supervisa la política sobre Ucrania.

La audiencia se pospuso más de cinco horas, y comenzó a media tarde, cuando los ocupantes abandonaron la sala después de denunciar la parcialidad y falta de transparencia en el proceso. Uno de ellos, Steve Scalise, un líder de la bancada republicana, acusó a los demócratas de emplear tácticas de estilo sovietico.

Pero republicanos en los tres comités han participado plenamente en las sesiones, y de hecho hasta 100 de los 435 integrantes de la cámara tienen derecho a estar presentes, por lo tanto la acusación de que es un proceso secreto de demócratas carece de sustento. El liderazgo demócrata tiene la intención de que después de esta fase inicial, las audiencias serán públicas.

Trump insiste en condenar el proceso que, con cada testimonio y nuevas revelaciones, lo ha mantenido a la defensiva y ayer culpó a su propio gobierno de contratar a republicanos a quienes denomina los nunca Trump, una categoría informal que surgió durante la campaña presidencial.

Al parecer esta crítica era resultado del testimonio del embajador interino de Estados Unidos en Ucrania, William Taylor, quien el martes confirmó ante los investigadores que él había sido informado repetidamente de que Trump deseaba condicionar la asistencia militar estadunidense a Kiev, a cambio de que el régimen ucranio anunciara investigaciones sobre Joe Biden, el ex vicepresidente y ahora candidato demócrata presidencial, y su hijo, en beneficio de la relección de Trump en 2020.

El magnate llamó a Taylor un nunca Trump y en un tuit declaró que “sería buenísimo si la gente dentro de su administración… dejara de contratar a los nunca Trump, quienes son peores que los demócratas” y escoria humana. Taylor fue instalado en su puesto por el propio secretario de Estado Mike Pompeo, en mayo.

El jefe de la Casa Blanca y sus aliados argumentaron otra vez que los propios ucranios jamás han mencionado un quid pro quo entre Trump y su contraparte Volodymir Zelensky –o sea, el apoyo estadunidense a cambio del favor político para Trump anunciando investigaciones contra Biden–, pero el martes Taylor indicó que por lo menos un funcionario ucranio estaba al tanto de eso.

Ayer se reveló que el propio Zelensky abordó el tema con sus asesores a principios de mayo para buscar cómo responder a las presiones de Trump para investigar a su rival, Biden, según un reportaje exclusivo de la agencia Ap.

Mientras, en un caso hasta ahora no relacionado, un abogado privado de Trump, buscando frenar órdenes de un fiscal para la entrega de documentación sobre los negocios del supuesto multimillonario, argumentó ante un juez federal de apelaciones en Nueva York que el presidente no puede ser investigado o enjuiciado mientras esté en la Casa Blanca, incluso si baleara a alguien en la Quinta Avenida (caso hipotético mencionado por Trump durante la campaña).

Según reportaron varios medios, el juez no parecía estar convencido del argumento de inmunidad temporal presidencial.

Por otro lado, en noviembre se publicará un libro del mismo alto funcionario anónimo y misterioso que publicó un artículo devastador contra el manejo inepto y peligroso de Trump de la Casa Blanca en el New York Times el año pasado.

Todo esto, afirmó Trump anoche, es una cacería de brujas en su contra.

¿Será ese su disfraz de Halloween la próxima semana?