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Con cacería de búhos listados, EU intenta salvar a los moteados

El polémico programa experimental se aplica desde 2015

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▲ Las lechuzas son nativas del este de Norteamérica. Expertos creen que llegaron a Washington en 1973 y luego se mudaron al sur hacia Oregon. En la imagen, una moteada del norte, a la izquierda, en el Bosque Nacional Deschutes, y una en East Burke.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de octubre de 2019, p. 2

Oregon. Parado en los densos bosques de Oregon, Dave Wiens se sentía nervioso. Antes de entrenarse para tirarle por primera vez al búho listado, nunca había disparado un arma.

Divisó una hembra, con sus rayas marrones y blancas, en la rama de un árbol. Apretó el gatillo y el animal cayó al piso, sumándose a la lista de 2 mil 400 búhos muertos en un polémico experimento del gobierno de Estados Unidos para determinar si la rápida declinación de la población del búho moteado en el noroeste del país puede frenarse al matar a su agresivo primo de la costa atlántica.

Wiens es hijo de un reconocido ornitólogo y le fascinan las aves. Su trabajo de estudiante de posgrado sobre las relaciones entre las distintas especies de búhos lo preparó para este momento.

Es de mal gusto matar búhos para salvar otra especie de estas aves, afirmó Wiens, para quien al principio cada disparo le revolvía el estómago. Al mismo tiempo, desde el punto de vista de la conservación de las especies, tenemos la espada contra la pared. Sabíamos que los búhos listados le sacaban ventaja a los moteados y que su población iba en aumento.

El gobierno federal ha tratado por décadas de salvar al búho moteado del norte, ave nativa que en 1990 fue declarada en peligro de extinción y portada de la revista Time. Las autoridades prohibieron la tala de árboles en millones de hectáreas para proteger el hábitat de esta ave, pero su población sigue mermando.

Otros investigadores, incluido Wiens, comenzaron a documentar otra amenaza: el búho listado, más grande y agresivo, que compite con el moteado por comida y espacio, y lo desplaza en algunos casos.

Gran enemigo

El búho listado es el gran enemigo del moteado: se reproduce más seguido, tiene más crías por año y come las mismas presas: ardillas y ratas de bosque. Hoy supera en número al moteado en muchas de sus regiones naturales.

El experimento del Servicio de Pesca y Fauna empezó en 2015. Plantea tantos dilemas morales que cuando fue propuesta por primera vez en 2012 se contrató a un experto en ética para ayudar a decidir si había formas aceptables de hacerlo, humanamente.

El experimento con los búhos es inusual, porque involucra la cacería de una variedad de búhos para salvar otra.

En cuatro estudios pequeños en partes de Washington, Oregón y el norte de California, Wiens y sus colaboradores han matado búhos listados con escopetas de calibre 12 para ver si el moteado regresa a su hábitat natural a reproducirse una vez que su rival se vaya.

El Servicio de Pesca y Fauna permite cazar hasta 3 mil 600 búhos listados. Si el programa, que cuesta 5 millones de dólares, funciona, será extendido a otros territorios.

Mark Bekoff, profesor emérito de ecología y biología evolutiva en la Universidad de Colorado, en Boulder, opina que esta es una práctica aborrecible y que los humanos deberían encontrar otra forma de ayudar a los búhos.

No hay forma de presentarlo como algo bueno si matas a una especie para salvar otra, sostuvo.

Michael Harris, quien dirige el programa de leyes sobre la vida silvestre de Amigos de los Animales, considera que el gobierno debería concentrarse en lo que hacen los humanos con el medio ambiente y en proteger los hábitats en lugar de usar a los búhos listados como chivos expiatorios.

Si el experimento mejora la población de búhos moteados, el servicio de pesca y fauna podría decidir matar más listados como una estrategia a largo plazo. Ya se han percibido ciertos progresos, al punto de que se extendió al menos hasta agosto de 2021.

Hemos tratado de encontrar una forma de controlar los búhos listados, no eliminarlos completamente, para que los moteados puedan sobrevivir mientras buscamos la forma de ayudar al listado a recuperarse, aseguró Robin Bown, quien dirige el experimento.