Espectáculos
Ver día anteriorMartes 15 de octubre de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Con su rock sencillo, mi banda fue semillero de infinidad de músicos, afirma Kenny

Celebra 40 años en la escena //La Lotería Nacional emite billete con su imagen // Realizará documental

Foto
▲ “Mi lema es ‘no me rindo’”, expresa la intérprete de Tengo roto el corazón. En la imagen, en octubre de 2014.Foto Medios y Media
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de octubre de 2019, p. 9

Kenny Avilés, roquera desde hace 40 años, ha vivido en paz y tranquilidad. Celebra su aniversario en la escena musical con un documental, entre otros proyectos, y la emisión de un billete de la Lotería Nacional con su imagen y la de su grupo, que se jugará este miércoles.

Su rock puro, crudo y sencillo nunca ha parado; es más, mi lema es no me rindo”, afirmó la intérprete de Tengo roto el corazón.

Avilés es una de las primeras roqueras que hizo temblar la escena musical del país. También se le calificó de madre del rock mexicano. Ella vio surgir a cantantes y grupos, y su banda fue semillero de artistas como Alejandra Guzmán y Áleks Syntek, y de agrupaciones como Caifanes y La Lupita.

En 1980, Kenny creó un proyecto, gracias al cual fue reconocida como ícono de las mujeres en el rock mexicano independiente; además, su trayectoria suma conciertos en México, Estados Unidos, Europa, Centro y Sudamérica.

Antes no veías tantos músicos mujeres como ahora, expresó la cantautora.

Señaló a La Jornada: empecé en los años 80. En un principio, el rollo sí era muy machista, pero la gente se fue acostumbrando; por ejemplo, en los hoyos fonky podías ver a mil 600 hombres y a unas 50 mujeres, como máximo. Casi no había mujeres entre el público y en el escenario, menos. Aseguró que tuvo huevos y ovarios para mantenerse, a pesar del rechazo de los varones.

“Desde chavita –recordó– me gustó el rock. Vengo de una familia muy grande. Éramos 12 hijos y la mayoría, hombres. Mis hermanos mayores oían puro rock. Esa fue mi influencia. Incluso, a los seis años ya decía: ‘quiero ser cantante y famosa’”.

Cuando era una adolescente Avilés tomó camino hacia Los Ángeles, California, en los años 70, pero antes de irme ya estudiaba canto. Era consciente de que debía hacerlo para saber impostar la voz, el diafragma y respirar bien. A la fecha, sólo me he enfermado dos veces de la garganta; nunca me han operado ni he tenido nódulos. Sigo cantando en el mismo tono.

Difícil, que la aceptaran los medios de comunicación

En esa ciudad estadunidense surgió Kenny & The Electrics, que navegó en el new wave latino. Después regresó a México y la banda se convirtió en Kenny y los Eléctricos. Entonces ya andaban en el rocanrol Ritmo Peligroso, el Tri y Los Clips, entre otras bandas.

En esa época, lo más difícil fue que los medios de comunicación me aceptaran, sobre todo en radio y televisión; hubo quien pensaba que tocaba heavy metal, como sucedió con Raúl Velasco; creo que no tuvo educación musical para que considerara eso, o tal vez lo sentía muy agresivo.

A la par de la música, la intérprete de No huyas de mí se dedica a diseñar ropa y a lucirla. Ese es otro aspecto que la caracteriza: verse, lucirse y sentirse bien. Sexy es la palabra que le gusta a la cantante, que también ha sido camaleónica en lo relacionado con su look.

Entre los próximos proyectos de Kenny están realizar un documental, el cual comenzará a rodar en 2020, así como un nuevo EP, que sería su producción 16.

“Ese largometraje tratará sobre mi vida musical; claro abarcará la historia familiar y a todos los músicos que han pasado por Kenny, porque muchos ya son famosos. Bueno, te puedo nombrar infinidad; han pasado como 56.

Mi banda, en realidad, fue como una escuela para ellos. Édgar (Carrum) y yo llevamos 25 años juntos. El músico además de ser su marido, es el bajista, productor y compositor de la banda. Hemos hecho una buena mancuerna, aseguró Kenny.

Respecto de su excelente salud y el placer que siente de estar en su casa y mantenerse en forma, Avilés sostuvo: soy un ser humano feliz. Me cuido, me alimento bien, nunca me he drogado, porque no se me dio. No me gustó y no lo intenté. Alcohol, tomo poco. Eso sí, soy muy medida.

Tal vez, agregó la cantante, este cuidado se debe “a que cuando tenía como 18 años, pensaba: ‘a los 40 me quiero ver divina; imaginame a los 43, cuando hice Playboy, lo cual tampoco era mi sueño, sólo surgió, me pagaron chido y todo fue natural”.

La plática con la roquera transcurrió en su casa, entre una y otra de las actividades que goza hacer en su hogar, además del diseño y manufactura de su ropa Kenny Love, la cual vende en Instagram. Vivo en la fiesta, trabajamos en ella, pero lo que menos quiero son fiestas.

No obstante, el próximo año Kenny y los Eléctricos echarán la casa por la ventana para festejar 40 años en la escena musical, con grabaciones, documental y una serie de conciertos.