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Premian con el Nobel de Química el invento de las baterías de litio

La tecnología, creada por John Goodenough, Stanley Whittingham y Akira Yoshino, abre la vía a una sociedad liberada de energías fósiles, destaca la Academia Sueca

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▲ Stanley Whittingham, en Ulm, AlemaniaFoto Afp
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▲ Akira Yoshino, durante la conferencia de prensa en TokioFoto Afp
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▲ John Goodenough, en entrevista con los medios de comunicación en Londres.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de octubre de 2019, p. 2

Estocolmo. El estadunidense John Goodenough, el británico Stanley Whittingham y el japonés Akira Yoshino obtuvieron este miércoles el Premio Nobel de Química por la invención de las baterías de litio, presentes en numerosas tecnologías de la vida diaria.

Este tipo de batería ligera, recargable y poderosa es ahora utilizada en todas partes, en teléfonos, ordenadores y vehículos eléctricos, explicó la Academia Sueca, que otorga el premio.

Pueden también conservar cantidades significativas de energía solar y eólica, abriendo la vía a una sociedad liberada de energías fósiles, agregó.

En la estela de las crisis petroleras de los años 70, Stanley Whittingham empezó la búsqueda de fuentes de energía no fósiles. Creó así un cátodo innovador en una batería de litio a partir de disulfuro de titanio (TiS2).

John Goodenough, que se convierte a los 97 años en el más anciano de los ganadores de toda la historia de los Nobel, predijo luego que las propiedades de este cátodo podían ser aumentadas si se producía a partir de óxido metálico en lugar de disulfuro.

En 1980, demostró que la combinación de óxido de cobalto y de iones de litio pueden producir hasta cuatro voltios. Akira Yoshino creó luego la primera batería comercial en 1985.

Esto es algo maravilloso, y estoy muy sorprendido, aseguró Yoshino, de 71 años, a la prensa en Tokio.

El investigador aseguró que tiene un teléfono celular desde hace pocos años.

“Durante mucho tiempo sentí un poco de rechazo hacia los teléfonos móviles, así hasta hace poco no tuve uno.

Sé que la batería de litio benefició mucho a los teléfonos móviles, dijo, añadiendo que no sentía realmente que hubiera ayudado a hacer un producto que mejorara su vida.

Un cerebro flexible y tenacidad

Para Yoshino, quien trabaja en la empresa Asahi Kasei de Tokio y es profesor en la Universidad de Meijo, en Nagoya, cualquier científico necesita tener dos cualidades.

Una es el cerebro flexible. La otra es tenacidad. Hay que ser persistente y no abandonar nunca, explicó en una entrevista reciente.

Por su parte, Whittingham, de 77 años, expresó que se sentía abrumado y con mucha gratitud de recibir este premio.

Su investigación ayudó a avanzar en cómo almacenamos y usamos la energía en un nivel fundacional y espero que este reconocimiento contribuya a arrojar luz en el futuro energético de la nación (de Estados Unidos), afirmó en la web de la Universidad de Binghamton, en Nueva York, donde Whittingham es profesor.

Primer metal de la tabla periódica de los elementos de Mendeleyev, el litio es también el más ligero, una característica ideal para los aparatos electrónicos.

En el contexto de la crisis climática que hoy conocemos, estos descubrimientos benefician a la humanidad de muchas maneras, explica Pernilla Wittung Stafshede, miembro de la Academia Real de Ciencias, interrogada por la AFP.

Si bien al principio sólo el 6% de la producción mundial de litio se destinaba a las baterías, hoy representa el 35%. Además de las baterías, sirve para la fabricación de vidrios, cerámicas, aluminio y medicamentos.

Gracias al aumento de la demanda, la producción mundial no ha dejado de crecer en los años recientes: 74 por ciento en 2017 y luego otro 23 en 2018, con lo que se alcanzaron 85 mil toneladas de litio, según el informe anual del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

En 2018, Australia fue el mayor productor mundial de litio (51 mil toneladas), seguida de Chile (16 mil), China (8 mil) y Argentina (6 mil 200).

En 2018, el Premio Nobel de Química recayó en la estadunidense Frances Arnold y su compatriota George Smith y en el británico Gregory Winter por sus investigaciones sobre los mecanismos de la evolución para crear nuevas y mejores proteínas en un laboratorio.

El lunes, el Premio Nobel de Medicina recayó en los estadunidenses William Kaelin y Gregg Semenza, y en el británico Peter Ratcliffe, autores de descubrimientos sobre la adaptación de las células a la falta de oxígeno que abren interesantes perspectivas en los tratamientos para el cáncer y la anemia.

El martes, el Premio Nobel de Física fue para el canadiense-estadounidense James Peebles, por sus estudios sobre la evolución y composición del universo y los suizos Michel Mayor y Didier Queloz que descubrieron por primera vez un planeta fuera del sistema solar.

El jueves, se anunciará el Premio Nobel de Literatura, que este año tendrá dos premiados, y el viernes el de la Paz. El galardón de Economía se dará a conocer el lunes.