En esta nueva etapa del caso Ayotzinapa, en la que hay un replanteamiento total de la investigación, se indagan otras formas en que fue operada la desaparición de los 43 normalistas, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.

El destino (de las víctimas) es el meollo de la mentira histórica, advirtió el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, responsable también de la Comisión Especial para la Verdad y la Justicia.

Explicó que hay “testimonios encontrados de los policías presos y ninguno conduce necesariamente al basurero de Cocula, donde se indujo la conclusión de la primera investigación (relacionada con la supuesta cremación de los estudiantes).

Rediseño de pesquisas no es borrón y cuenta nueva

Encinas explicó que a partir de datos recientes, quedaron acreditadas omisiones y alternaciones en la indagatoria original, pero ello no significa borrón y cuenta nueva, sino un replanteamiento total del caso.

Otra fuente de información para los hallazgos recientes se deriva de la que proporcionó el Ejército, así como del trabajo de especialistas nombrados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Apenas esta semana, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, señaló que retomarán la investigación casi de cero, al detectar distintas irregularidades en la integración del expediente con base en el cual la entonces PGR definió la verdad histórica vinculada a la calcinación de los cadáveres de los jóvenes.

Encinas dijo ayer que hay avance en cuanto a líneas de investigación que no se desarrollaron en esa verdad histórica. Sin embargo, explicó, al mismo tiempo habrá que reponer toda la investigación, porque lo que ha acreditado todo este proceso jurídico no sólo es la debilidad con que se integró la averiguación previa, sino las omisiones y alternaciones que hay, por lo que hacemos un total rediseño de la indagación.