Hoy se cumple el plazo de 90 días convenido en el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos para frenar las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles si no se detiene el tránsito de indocumentados.

De acuerdo con fuentes diplomáticas, las medidas adoptadas en ese periodo han logrado reducir en más de 50 por ciento los flujos irregulares de personas por el país.

El próximo martes, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, viajará a la ciudad de Washington para llevar a cabo una evaluación de las estrategias acordadas el 7 de junio, que incluyen el despliegue en el sur de elementos de la Guardia Nacional y la extensión del programa conocido como Quédate en México, entre otras.

Ana Leroy, internacionalista y consultora en comercio internacional, indicó que a partir de este acuerdo, los estándares de control migratorios se prevén más estrictos, como hizo ver el presidente Andrés Manuel López Obrador el primero de septiembre, en su discurso con motivo del primer Informe de gobierno.

Superamos en junio la amenaza de imponer aranceles y una posible crisis económica y política, mediante un acuerdo migratorio que nos obliga a ser más estrictos en la aplicación de la ley de la materia, sin violar derechos humanos, expresó el mandatario.

Ana Leroy, quien es asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, expuso que la relación comercial y los aranceles con China están dominando la agenda comercial de Estados Unidos. Lo anterior, sumado a que la administración de Andrés Manuel López Obrador ha contenido –aunque no resuelto– más o menos de forma eficaz el flujo migratorio en un año electoral, hace que por ahora México esté fuera del foco de Trump, por lo menos en un sentido migratorio.

Consultado por separado, el presidente del Instituto Mexa, Jorge Santibáñez, indicó que pese al aumento en el número de detenciones, el fenómeno migratorio como tal no se ha modificado y las personas en situación de movilidad volvieron a la clandestinidad.

En un reporte indica que de enero a junio de 2019, el Instituto Nacional de Migración estima que ingresaron a México 460 mil indocumentados por la frontera con Guatemala, 232 por ciento más en comparación con el mismo periodo de 2018.

Sin embargo, señala, entre junio y agosto se detuvo a poco más de 46 mil migrantes que transitaban por México de forma clandestina, cifra que podría ser mayor porque muchos cruzan el territorio por rutas remotas, en su mayoría controladas por el crimen organizado.

En conversación telefónica desde Washington, Santibáñez calificó de tramposa la aseveración de aplicar la ley sin violar las garantías fundamentales, cuando a los migrantes se les está obligando a que sus derechos humanos sean violados.

Opinó que la política migratoria desplegada tras el acuerdo, además de no ser sustentable ni benéfica para nuestro país, está alejando a los connacionales que radican en el país vecino del norte: no les gusta que México sea la policía de Trump.