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1er. Informe de gobierno

¡Porfirio es historia!, afirma Monreal

Bancada morenista arropa a Muñoz Ledo ante el ardor de panistas
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▲ En Palacio Nacional, durante el acto de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados se dio tiempo para platicar con el canciller Marcelo Ebrard.Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de septiembre de 2019, p. 12

El denuesto sostenido que infringieron los diputados del PAN contra Porfirio Muñoz Ledo, quien pretende relegirse al frente de la mesa directiva de la Cámara, recibió ayer una respuesta tajante de Ricardo Monreal Ávila en la tribuna: “¡Porfirio es historia!

La posición del político zacatecano se perfiló de ese modo porque los panistas, heridos el día anterior cuando su propuesta personificada en Xavier Azuara para ocupar la mesa directiva, fue aplastada por la mayoría de Morena y sus aliados, llegaron a la sesión de Congreso general marcados por la aversión a Muñoz Ledo.

Xóchitl Gálvez se paseaba al frente del salón de plenos riendo divertida, y más tarde, plantada detrás del presidente de la Cámara, mostró una cartulina con la frase: Porfirio ¿Díaz o Muñoz Ledo? Y sus compañeros desplegaban una manta de tres metros de largo con la leyenda Democracia Sí, Autoritarismo No.

Pasadas las cinco de la tarde en San Lázaro los panistas se plantaron en torno a la tribuna, y comenzaron a entonar el soez tono del grito futbolero dirigido a Porfirio Muñoz Ledo: ¡Eeeeeespurio!

Al frente de esa romería en el interior del salón de plenos se divertían los beneficiarios del foxismo, Juan Carlos Romero Hicks, Gustavo Enrique Madero y Xóchitl Gálvez, junto a Ernesto Ruffo.

Mientras Porfirio Muñoz Ledo se encontraba en el salón de protocolo recibiendo el primer Informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de manos de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, el panista Vicente Javier Verástegui, de Tamaulipas, sucumbió a la ambición y ocupó la curul de la presidencia. Sentado ahí comenzó a jugar con la campana de uso exclusivo del presidente. Tanto así que tiene grabada la palabra presidente.

Verástegui se solazó e hizo tañer la campana cinco veces. En contraste con la cara conservadora del PAN, se hizo de palabras con diputados morenistas. Se levantó de la curul y soltó su más fino repertorio: “¡Qué onda…! ¡Les faltan güevos! Me la pelas!”

Como el sábado, el panismo insistió en su grito ¡espurio, espurio! para Muñoz Ledo. Y a eso respondió Ricardo Monreal: El presidente de la mesa, antes de que muchos de ustedes nacieran ya estaba en las calles luchando por la democracia. Porfirio no merece los adjetivos que le han atribuido. Porfirio es historia, ha contribuido de manera notable a la democracia. Es un luchador social. No merece los adjetivos y calificativos de lo más sucio y ruin. Aunque les duela, es la historia. Y por eso creo que no se violó la ley.

Antes, Pablo Gómez Álvarez, actor principal de la transición democrática, habló sobre la inminente relección de Muñoz Ledo en la mesa directiva de la Cámara de Diputados. Consideró que el control de los órganos de gobierno en San Lázaro durante el primer año de la actual Legislatura fue producto de la interpretación de la Ley Orgánica del Congreso.

A través de un texto publicado en su perfil de Facebook, el vicecoordinador morenista adujo que Morena debe hacer un esfuerzo para no caer en métodos que sus dirigentes e integrantes combatieron siempre. La mayoría es la principal responsable del cumplimiento de los acuerdos porque éstos dependen de ella. Respetar lo acordado forma parte de la moral del poder.

Incluso, puntilloso recordó que la rotación en la presidencia de la mesa fue producto de un acuerdo en 1997, en el cual participó, entre otros muchos, Muñoz Ledo.

Al cerrar la sesión el veterano político respondió a quienes lo cuestionaron durante tres horas: Las palabras no matan. Invito a los legisladores a remontar las comarcas de la injuria, la intolerancia y la mentira. En los parlamentos la vociferación suele ocultar la paraplejia mental.