París. La catedral de Notre Dame de París, que sufrió un incendio en abril, tuvo caídas de piedras durante la reciente ola de calor que azotó Francia y sigue corriendo el riesgo de derrumbarse, advirtió el gobierno.

El Ministerio de Cultura destacó la urgencia de retomar las obras para consolidar la estructura del histórico edificio, que fueron suspendidas el pasado 25 de julio por temores sobre la exposición de los trabajadores a residuos de plomo.

‘‘Recientemente se han producido más caídas de piedras de las bóvedas de las naves tras la ola de calor’’ de finales de julio, informó ese ministerio. Las obras, que debían reanudarse esta semana, arrancarán finalmente el 19 de agosto si se garantiza que ‘‘se cumplen plenamente’’ los requisitos de seguridad, indicaron autoridades locales.

Medida tardía

‘‘Las recomendaciones de la inspección de trabajo ya han sido en gran parte consideradas y serán aplicadas durante todo el proceso de restauración’’, respondió el Ministerio de Cultura. El incendio de la catedral provocó que varias toneladas de plomo contenidas en la aguja y el techo del edificio se fundieran y dispersaran en la atmósfera.

Las autoridades comenzaron el pasado martes labores para limpiar el plomo en los alrededores de Notre Dame, medida tardía según críticos. Dos escuelas cercanas fueron cerradas después de que se detectaron niveles peligrosos de plomo. Esos planteles acogían a 180 niños para cursos de verano.

Las autoridades sanitarias aconsejan que se sometan a análisis de sangre las personas expuestas a más de 70 microgramos de plomo, nivel que se sobrepasó en parte del centro de la capital francesa después del incendio.