Sociedad y Justicia
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Preocupa a Cemda el desinterés técnico

Política, aprobación acelerada del impacto ambiental en Dos Bocas
 
Periódico La Jornada
Jueves 15 de agosto de 2019, p. 36

La celeridad con que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), aprobó la manifestación de impacto ambiental (MIA) de la Refinería de Dos Bocas, apunta a una decisión política, consideró Gustavo Alanís, director general del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Alanís dijo a La Jornada que preocupa si es una decisión política, si responde a intereses particulares del gobierno y además pone en duda la autonomía, independencia, credibilidad y la imparcialidad de la ASEA. Sería lamentable que respondiera más a un interés político que a un interés técnico, jurídico y científico.

Añadió que sorprende el tiempo récord en que se dio el resolutivo. Fueron sólo dos meses; hay proyectos de mucho menor envergadura y dimensión en los que las resoluciones tardan entre 120 y 180 días.

Tras señalar que es un resolutivo favorable condicionado en materia de impacto ambiental, Alanís comentó que probablemente las autoridades ambientales publiquen hoy en la Gaceta Ecológica la resolución completa, sobre la cual se podrá emitir una opinión más profunda.

Aunque la resolución conmina a establecer medidas de mitigación, prevención y compensación en diversos rubros, no solicita información adicional a Pemex.

En opinión de Cemda, Greenpeace México y el Centro para la Diversidad Biológica, la dependencia aprobó un proyecto que contraviene la legislación mexicana y afecta a especies en riesgo.

Antes de la resolución, dichas organizaciones señalaron que la MIA del proyecto de la refinería Dos Bocas carecía de información técnica fundamental y suficiente para poder ser evaluada de forma integral y objetiva, por lo que no debió ser aprobada. Aun así, a diferencia de muchos proyectos, no se solicitó información adicional y se aprobó en un tiempo récord.

El entrevistado comentó que por la rapidez de la ASEA, pareciera que hubo presión de la Secretaría de Energía y de Pemex sobre la agencia para que resolviera pronto, y además esto se inscribe dentro de un procedimiento de impacto ambiental en donde la MIA estuvo censurada, con información que no se podía ver, que estaba reservada, argumentando asuntos de seguridad nacional que no permitieron apreciar el manifiesto de impacto ambiental en su totalidad.

Las organizaciones consideraron que el proyecto se está evaluando de forma fragmentada. Pemex no ha dado a conocer todas las obras asociadas al proyecto principal, mismas que podrían ocasionar impactos ambientales serios, como la fragmentación de los hábitats, modificación de los escurrimientos naturales, compactación de suelos, pérdida de filtración, así como afectación al humedal y la vegetación de manglar presente en el área.

¿Y qué sobre los proyectos accesorios, asociados y complementarios?

Además, se omitió describir, además, todos los proyectos accesorios, asociados y complementarios que formarán parte del mismo. Para la etapa de preparación del sitio y construcción, se pasó por alto la descripción de las obras para las vialidades, vías férreas, sistemas enterrados y drenajes.

Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica señaló que la MIA carece de información técnica esencial; es increíble que atípicamente y en un tiempo tan corto se hayan subsanado las deficiencias. Sin embargo, lo que es blanco y negro, es que el proyecto contraviene el ordenamiento ecológico que indica que hay suelo que se debe conservar, y por ello no debe ser autorizado.