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Negocios y empresas

Los cambios de Televisa

T

elevisa, de Emilio Azcárraga, por fin lleva a cabo una gran restructuración de sus operaciones. Ante la abrupta caída de la publicidad gubernamental y el desarrollo de tecnologías alternas para la comunicación, sus negocios tradicionales de radio y televisión abierta perdieron relevancia, por lo que el consejo de administración de la firma tomó un nuevo camino.

La empresa pretende desprenderse de todos los activos no estratégicos. En meses recientes vendió sus estaciones de radio a la familia Alemán y su paquete accionario de Ocesa (la empresa de espectáculos en vivo) a Live Nation Entertainment.

El consorcio de Azcárraga todavía tiene muchos activos no estratégicos por vender, pero lo importante es que orienta sus esfuerzos a las telecomunicaciones, la televisión de paga y al desarrollo de contenidos. El resultado en bolsa es positivo, pues de un piso de 31.64 pesos a los que llegó la acción, el viernes pasado cerró en 36.73 pesos. Todavía es la acción que más ha caída en bolsa, pero poco a poco se recupera.

A la fecha, el negocio de telecomunicaciones tiene futuro. Televisa fortalece su infraestructura a través de la compra de activos, como los que adquirió de Axtel recientemente y su proyecto marcha bien. Apenas a finales de julio ganó una licitación, junto con otras dos empresas, para proveer servicios de Internet al gobierno.

Donde hay dudas es en televisión de paga y en producción de contenidos. Más temprano que tarde la televisión de paga se abrirá a la competencia y Carlos Slim le quitará una buena parte de sus ingresos. Además el servicio de streaming es el futuro, por lo que en esta materia Emilio Azcárraga también perderá mercado.

En la generación de contenidos, Televisa no se actualiza. Ahora, los contenidos son globales y la empresa dirigida por Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia es provinciana y con formatos del pasado, por lo que no puede competir con empresas como Netflix que invierte miles de millones de dólares en producción.

Otro gran problema de la empresa de Azcárraga es su pesada deuda. Por el momento, parte de la venta de sus activos no prioritarios los dedicará a pagar a sus acreedores. Sin embargo, los cambios que lleva a cabo Televisa no son suficientes para el éxito de esta compañía.