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Precaria, la situación de deuda

El gobierno debe atender a Pemex de manera prioritaria: especialistas
 
Periódico La Jornada
Martes 16 de julio de 2019, p. 19

La tarea primordial del gobierno federal es atender la situación crítica que enfrenta Petróleos Mexicanos (Pemex). De manera específica, la empresa requiere un plan de acción detallado para atender el estado financiero débil y las reducciones en producción y exploración, aseveró el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros (Claaf).

En un reporte, la organización, integrada por prestigiados economistas y ex funcionarios de la región, expuso que si bien la reducción de la carga impositiva que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en mayo pasado para la petrolera es un buen comienzo, la situación de deuda de Pemex permanece extremadamente precaria, debido a los vencimientos cercanos de amortizaciones de deuda.

Para este año la petrolera tiene vencimientos por 6 mil 338 millones de dólares.

Por ello, consideró, se necesita una restructuración corporativa que involucre aumentar los ingresos de la empresa al recortar costos operacionales y eliminar las pérdidas por robo, reorganizar la gobernanza corporativa y administrativa, redirigir los ahorros generados a la inversión en exploración de petróleo en aguas profundas y de gas natural, y embarcarse en una administración óptima de activos y pasivos. Además, vender algunos activos no esenciales para la empresa. Todo ello, con el propósito de lograr una reducción significativa de la deuda y desapalancar a la empresa.

El comité cree que la restructuración corporativa de Pemex debe ser complementada con un número de acciones adicionales, como restaurar el rol de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), reconsiderar la cancelación de contratos con el sector privado, abstenerse de invertir en proyectos de gran escala pobremente planeados, sin estudios de factibilidad, como la refinería de Dos Bocas, el cual puede redirigir el uso de fondos escasos a actividades menos productivas y atraer nuevo financiamiento privado para inversiones en exploración y extracción, indicó.

Agregó que un plan de restructuración corporativa puede prevenir una crisis de deuda para la petrolera. Además, actualmente, sin un programa de acción detallado, la situación de Pemex puede terminar en una restructuración de la deuda.

Una crisis en Pemex puede contaminar la calificación de crédito de la deuda soberana de México. Si ésta cayera por debajo del grado de inversión, una serie de instituciones financieras extranjeras, incluyendo fondos mutuos y de pensiones, tendrían que vender activos mexicanos, pues sus regulaciones internas les ponen restricciones sobre la calidad de los activos que pueden mantener en sus portafolios, expresó el Claaf.

Enfatizó que Petróleos Mexicanos es, por mucho, el problema fiscal más importante que enfrenta la administración de López Obrador, pues la falta de inversiones en exploración y extracción conllevaron a una reducción constante en la producción de crudo, mientras la empresa ha emitido grandes valores de deuda en los mercados internacionales.

Los inversionistas están cada vez más preocupados con los bonos emitidos por Pemex y tras la baja de la calificación de su riesgo crediticio el espacio entre la deuda de Pemex y la deuda soberana ha incrementado en 100 puntos básicos, dijo el comité.

Sostuvo que inversionistas nacionales e internacionales consideran que la administración de López Obrador mantendrá el marco macroeconómico actual.