Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 29 de mayo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Mujeres aymaras víctimas de violencia de género hallan en el teatro un espacio de libertad
Foto
▲ La compañía de teatro Kory Warmis está integrada por 22 mujeres indígenas de Bolivia.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de mayo de 2019, p. 8

La Paz. El bullicio de los mercados callejeros de los barrios populares se apodera del principal teatro de La Paz. Las luces del escenario se encienden y varias vendedoras comienzan a contar sus historias.

De pronto una de ellas da a luz a una niña. En medio de las celebraciones se escuchan voces disidentes: Es una mujercita, ¡Ay, sólo viene a sufrir!, y su padre, ¿dónde está?

Pese a la presión de la sociedad la madre promete cuidar y proteger a su hija mientras las otras vendedoras bailan por el nacimiento.

La escena es un fragmento de la obra Kusisita (Felicidad en aymara), que cada vez que se presenta llena el teatro de colegiales, mujeres que han sufrido la violencia de género y público en general.

He sufrido esta discriminación desde que nací. Mi mamá era muy humilde y salió de su pueblo escapando de la violencia. Para algunos es normal y no debe ser así, dijo la actriz María Luque, de 56 años.

Durante mucho tiempo Luque fue golpeada por el padre de sus hijos, lo que le produjo una parálisis en la mitad del cuerpo. Después de una década aún le cuesta mover la mitad del rostro, pero eso no le impidió cumplir su sueño de actuar.

Luque es una de las 22 mujeres indígenas, entre vendedoras y artesanas, que crearon el grupo teatral Kory Warmis (Mujeres de oro) hace un lustro. Sus historias inspiraron el guion de sus obras más famosas Kusisita y Deja Vu, el corazón también recuerda, con las cuales se convirtieron en un movimiento artístico y social que a través del teatro busca ayudar a que otras bolivianas puedan reflexionar y se animen a romper la cadena de la violencia.

Esas obras también buscan revalorizar la lengua aymara de las comunidades indígenas, donde se concentra 48 por ciento de las denuncias por violencia de género, según un informe del Instituto Nacional de Estadística presentado en 2017.

Yo antes era callada, sumisa, pero en el escenario se me olvidó. El teatro es ahora mi vida, contó Luque sonriente.

De acuerdo con un informe oficial, 40 por ciento de los casos policiales de Bolivia son por violencia intrafamiliar.

Uno no entiende cómo el hombre al que entregas tu vida es quien te la quita, reflexionó Gumercinda Mamani, que se unió al grupo hace cuatro años. Antes fue dirigente de las mujeres campesinas y ahora confecciona polleras y cuida de sus ovejas y vacas en la localidad rural de Pucarani.

Erika Andia, directora del grupo y afamada actriz boliviana, explicó que fue difícil enseñarle a actuar a mujeres que durante mucho tiempo habían sido sumisas y calladas. Pero su fuerza de voluntad lo hizo posible. Ese era el objetivo, descubrir su potencialidad, lograr que se desinhiban y aumentar la autoestima.

Las Kory Warmis son por ahora un movimiento nacional que lleva el teatro a las calles, colegios y pueblos, pero en junio tendrán su primera presentación internacional en un festival de teatro en Perú.

No hay límites en lo que hacemos, cada año crecemos más. Es la alegría después del dolor, dijo orgullosa la directora del elenco.