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Piden intervención federal

Morelos: exigen aclarar asesinato de custodios de Cefereso femenil

Funcionarios supieron de amenazas y no actuaron, aseguran

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▲ Empleados de seguridad del Centro Federal de Reinserción Social femenil número 16, ubicado en Coatlán del Río, Morelos, se manifestaron para exigir al gobierno federal justicia por el asesinato de cinco de sus compañeros el pasado 10 de mayo, además de garantías para desarrollar su trabajo.Foto Rubicela Morelos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 14 de mayo de 2019, p. 26

Coatlán del Río, Mor., Personal de seguridad del Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) femenil número 16, con sede en este municipio, se manifestaron para exigir al presidente Andrés Manuel López Obrador su urgente intervención para esclarecer el atentado en el que fueron asesinados cinco de sus compañeros, el pasado 10 de mayo.

Pidieron que se haga justicia y garantías para desempeñar su trabajo, así como apoyo para los deudos de los cinco custodios ultimados y tres heridos en el ataque perpetrado por sujetos encapuchados en el municipio de Puente de Ixtla.

Este lunes por la mañana, tres días después del atentado, empleados del penal federal femenil ubicado en el poblado de Michapa, municipio de Coatlán del Río, se reunieron fuera de la penitenciaría para pedir al gobierno federal el esclarecimiento del ataque y castigo a los responsables.

Solicitaron a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y al titular de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo, indagar la omisión y negligencia de funcionarios del Cefereso 16. Aseguran que antes del atentado hubo amenazas contra personal del penal y no los alertaron ni los protegieron.

Los trabajadores del Cefereso protestaron alrededor de las ocho de la mañana, pese a que sus superiores les ordenaron no hacerlo.

Yosio Valdez, abogado de la penitenciaría, leyó un comunicado en el que piden la intervención de López Obrador y del gabinete de seguridad y justicia para seguir en este trabajo tan peligroso.

Portaban mantas con mensajes como: Exigimos justicia para nuestros compañeros Juan Carlos, Janette Alin, Jorge Alberto, Cecilia Alejandra e Isaías Édgar y Justicia al Cefereso 16. El viernes 10 de mayo recibimos un ataque que nos destrozó el corazón. Perdimos a cinco grandes amigos y tres (resultaron) lesionados. Pedimos justicia a las autoridades y mayor seguridad para el personal penitenciario.

En el texto que leyó Yosio Valdez demandaron que se investigue a la responsable del Cefereso, María de los Ángeles García, pues frente al reclusorio se colgaron mantas y pancartas con amenazas al personal y no lo dieron a conocer.

Otra petición fue que se recontrate el seguro de gastos médicos mayores y seguridad permanente para el transporte del personal del Cefereso.

Varios de los trabajadores, con voz entrecortada, expresaron que tenían miedo de participar en la protesta y temen por su vida. Explicaron que el Cefereso alberga a unas 900 reclusas y el personal de seguridad no llega ni a 100 integrantes, por lo que pidieron a Alfonso Durazo que envíe más guardias.

Revelaron que ante la falta de personal es común que no los dejen descansar. De hecho, recordaron, el 10 de mayo las dos custodias que fueron asesinadas iban a trabajar.

En contraparte, agregaron, las internas tuvieron fiestas por el Día de las Madres por los privilegios que otorgan los directivos del penal a algunas.

Una de las custodias del Cefereso 16 salvó su vida al fingir que estaba muerta cuando su grupo fue atacado en Puente de Ixtla.

Mariel Cames relató que la mañana del viernes, cuando fueron emboscadas por un comando de encapuchados, abordaban el autobús que las llevaría a su centro de trabajo.

Cuando puso el pie en el estribo del autobús “empezó la balacera. Subí gateando, me escondí en uno de los asientos y me hice la muerta. Con los ojos cerrados, seguí escuchando muchísimos disparos y sólo me encomendé a Dios. Escuché el grito de una de mis compañeras: ‘¡No, por favor, tengo hijos!’”

Cuando cesaron los disparos Mariel abrió los ojos y vio a Janette, una de sus compañeras, herida de cuatro tiros y pidió ayuda a gritos.

Me encargó sus cosas y me pidió comunicarla desde su teléfono con su familia. Dejé el miedo a un lado, pero me llegó después. Hasta donde pudo hablar, se despidió de ellos, contó Mariel.

Janette falleció a las 17 horas en el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en el municipio de Emiliano Zapata.