Política
Ver día anteriorJueves 9 de mayo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Sólo 3 por ciento de firmas mexicanas tienen comités de ética: Fernando Sentíes
 
Periódico La Jornada
Jueves 9 de mayo de 2019, p. 13

En México, un porcentaje mínimo de las empresas medianas o grandes cuenta con comités de ética, a pesar de que dichos departamentos no sólo podrían ayudar a reducir el riesgo de que se cometan actos de corrupción, sino también a que las compañías afectadas demuestren ante las autoridades que hicieron todo lo posible por evitarlos.

Así lo afirmó el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales de Ética y Cumplimiento (Ampec), Fernando Sentíes, quien señaló que la idea de no ser castigado por actos deshonestos o recibir sanciones menores es lo que lleva a muchas personas a cometer delitos, particularmente en el sector público, donde existen menos regulaciones que en el privado.

Tras lo ocurrido con escándalos como los de la compañía eléctrica Enron, en 2001, y todo lo que pasó a escala mundial con el mercado de valores en 2008-2009, lo que se está haciendo es que las empresas apliquen programas de ética y cumplimiento eficientes, para que en el caso de una investigación por corrupción puedan demostrar que hicieron todo lo posible por evitar que sus empleados cayeran en actos de improbidad, indicó el especialista.

Pese a ello, calculó que en México sólo 3 por ciento de las compañías medianas o grandes –las que tienen de 50 a 100 empleados, o más– se han preocupado por desarrollar programas de ética y cumplimiento, y la mayor parte de las que sí los tienen son extranjeras con filiales en el país.

De acuerdo con estudios recientes del Foro Económico Mundial, recordó el titular de la Ampec, 35 por ciento de los empleados de dependencias del sector público y 31 por ciento de los de empresas privadas consideran que la falta de ética y de estándares de cumplimiento tuvieron que ver en la comisión de actos fraudulentos. Asimismo, 27 por ciento de empleados de compañías privadas admiten que los actos ilícitos ocurren en sus trabajos porque ya son una práctica aceptada en el contexto laboral.