Zacatecas, Zac., El rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Antonio Guzmán Fernández, reconoció que se incurrió en un error al desechar documentos y periódicos culturales antiguos, muchos de finales del siglo XIX, así como de las épocas revolucionaria y posrevolucionaria en México; y se comprometió a implementar las medidas necesarias para preservar el acervo histórico con que se cuenta.

Ofreció una disculpa a la sociedad por el incidente y manifestó su disposición por rescatar, en la medida de lo posible, los documentos y publicaciones que están en la recicladora de papel, así como someterlos a restauración.

Puntualizó que no se desecharon colecciones completas de publicaciones como El Correo de Ultramar, El Ahuizote, El Diario, El Nacionaly El Tornillo, como se dio a conocer, sino sólo ejemplares sueltos o mezclados en el acervo.

Se desconoce la cantidad de materiales desechados

El rector informó que se desconoce la cantidad de materiales desechados, debido a que no hay un inventario formal de los documentos resguardados en el antiguo Instituto de Investigaciones Históricas, que estaba a cargo del historiadorCuauhtémoc Esparza Sánchez.

Sin embargo, Guzmán Fernández sostuvo que la mayor parte de los documentos y publicaciones antiguos fue rescatada previamente y en este momento está en resguardo del Archivo General de esa casa de estudios.

El rector se comprometió a fortalecer la profesionalización y la capacitación del personal en el área de bibliotecas y de archivo, a fin de garantizar la conservación de documentos con valor histórico.

Asimismo, dijo que será revisado el protocolo para el tratamiento de todo tipo de documentos y evitar en lo sucesivo que publicaciones antiguas relevantes sean destruidas.

Informó que se buscarán espacios dignos dentro de la universidad para el resguardo de libros, publicaciones y archivos que tengan una significación histórica y así coadyuvar con su preservación.

‘‘Para mantener viva esa parte de la memoria histórica, lo que se debe hacer como institución es abocarse a la profesionalización del personal que atiende esa actividad, intensificar los cursos de capacitación, proveerlos de los materiales y herramientas necesarios, así como buscarles un espacio digno donde existan condiciones adecuadas para preservar el acervo”, explicó.