Opinión
Ver día anteriorSábado 16 de marzo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Infancia y Sociedad

Ciudad para los niños

L

a CDMX es una de las más peligrosas y hostiles ciudades del mundo, sobre todo para la infancia. Y el tratar de poner a salvo a los niños los condena al castigo, a la soledad: pasan muchas horas en el aislamiento de un hogar frecuentemente disfuncional. La niñez capitalina sufre la falta de aire limpio, de espacios verdes y de calles para jugar.

Los adultos que deciden tener hijos no saben después dónde dejarlos a salvo o cómo abrirles espacio y tiempo en sus agitadas vidas; si tienen recursos los llenan de juguetes cibernéticos, perversos instrumentos de compañía. Para las autoridades lo importante es el ciudadano que vota. El tiempo de los políticos es corto: los proyectos a largo plazo no son rentables, pues no aportan votos y un proyecto de ciudad para los niños requiere un compromiso, mucha creatividad y años de trabajo. Por eso en nuestra democracia los problemas no se resuelven, sólo se administran, dice Juan Villoro y tiene razón. Los problemas sólo se capotean: malos toreros, pésimos gobernantes.

Los grandes problemas de la urbe, como la falta de agua, las vialidades saturadas, la contaminación y la inseguridad se van endosando de una administración a otra sin ninguna consecuencia para los gobernantes y en perjuicio de la cada vez más burlada ciudadanía. La infancia requiere con urgencia de soluciones colectivas, políticas y sociales. Hay que repensar la ciudad tomando al niño como parámetro dice el sicopedagogo Francesco Tonucci, quien ha desarrollado un pensamiento y diseño de Ciudad Educativa en Fano, ciudad italiana en la costa del mar Adriático. Tonucci estuvo en México y presentó su proyecto a las autoridades de la capital en turno (Marcelo Ebrard). Lo atendieron, pero no lo escucharon; había asuntos más importantes en ese momento, como segundos pisos y líneas doradas del Metro. Pero en esta época de transformaciones quizá valga la pena revisar el proyecto de Tonucci en pro de una Ciudad Educativa.

Escenas de la utopía: 1) Los niños salen solos de su casa 2) Los niños pueden jugar sin peligro en la calle 3) La calle es un espacio sano y facilita la socialización infantil 4) Todo proyecto urbano considera en primer lugar cómo beneficiar y cómo no dañar a los niños… (Continuará).

(PS ¿Dónde está la dueña del Colegio Rébsamen?)