Mundo
Ver día anteriorMiércoles 6 de marzo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Díaz-Canel considera ilegal la ley Helms-Burton y revira a EU: aprendan, la dignidad es invencible
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de marzo de 2019, p. 22

La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó este martes de absurda e ilegal la Ley Helms-Burton, cuyo capítulo III comenzará a aplicar Estados Unidos, de manera parcial, a partir del 19 de marzo con el fin de endurecer el bloqueo económico a la isla.

Dicho segmento de la legislación permite a ciudadanos estadunidenses presentar demandas judiciales en tribunales contra compañías o personas que usen bienes confiscados por el gobierno cubano a ciudadanos o empresas de Estados Unidos, después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959.

La ley, promulgada en 1996, cuando Bill Clinton era presidente de Estados Unidos, castiga también a firmas extranjeras que realicen negocios en Cuba y niega el ingreso a territorio estadunidense de directivos de esas empresas.

Desde su aprobación, la aplicación de ese capítulo de la Ley Helms-Burton siempre fue prorrogada por periodos de seis meses.

No se puede legislar contra el mundo ni desconocer la soberanía de cada país. Cuba es una nación independiente y soberana, que respeta y exige respeto, subrayó el mandatario cubano.

Señores imperialistas, aprendan de una vez: la dignidad es invencible, sentenció Díaz-Canel.

La sección III de la ley Helms-Burton de 1996 permite teóricamente iniciar acciones ante la justicia estadunidense a las empresas que registren ganancias gracias a activos que hayan sido nacionalizados después de la revolución de 1959. Esto, como una medida para endurecer el bloqueo que aplica contra la isla socialista desde 1962.

Todos los presidentes estadunidenses han suspendido el uso de esa disposición de la Helms-Burton, debido a la oposición de la comunidad internacional, sobre todo de la Unión Europea, actualmente el mayor socio comercial de la isla, y por el temor a una avalancha de casos en el sistema judicial de Estados Unidos.

Washington no apuntó por ahora a las inversiones extranjeras en Cuba, pero dejó la puerta abierta para hacerlo.