Sociedad y Justicia
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Afición por la comida puede causar alteraciones genéticas
 
Periódico La Jornada
Lunes 25 de febrero de 2019, p. 32

El Instituto Politécnico Nacional (IPN) avanza en una investigación sobre el food craving, fenómeno caracterizado por la adicción a la comida, la cual podría marcar la pauta para prevenir la obesidad que padece 70 por ciento de la población mexicana, y con ello enfermedades derivadas del sobrepeso.

Delfina Marín Soto, experta en sicología del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud unidad Santo Tomás, consideró que pese a las acciones emprendidas por el sector salud para reducir el índice de obesidad en el país, aún no se han visto resultados. Incluso, estimó que la situación crece, lo que la llevó a analizar aspectos genéticos que puedan estar vinculados con el deseo irresistible por comer.

Explicó que el fenómeno de food craving es el gusto enfermizo por la comida que desencadena el deseo irresistible por un alimento en particular, el cual además de conducir a la obesidad, se presume que podría provocar alteraciones en la expresión genética. La especialista señaló que según diversos estudios hay relación entre el consumo de comida en exceso con la depresión o sentimientos de tristeza. Sin embargo, en México la gente come por alegría.

Tenemos un calendario del mal comer, cada mes buscamos fechas qué celebrar y con ese pretexto ingerimos muchos alimentos saturados en grasas y carbohidratos. Queremos investigar si este ambiente obesogénico que nos rodea contribuye a la modificación genética, dijo en un comunicado.

Marín Soto refirió que a escala internacional existen muy pocas investigaciones sobre food craving y la que se realiza en el IPN representa una aportación importante para el sistema de salud. El estudio incluirá a 30 pacientes con obesidad y 30 con peso normal, a quienes se les aplicará un cuestionario encaminado a detectar dicho fenómeno.

Marín Soto comentó que con este estudio también comprobarán la hipótesis de las diferencias en la elección de alimentos. Los hombres se inclinan más por la comida salada y las mujeres prefieren las dulces, concluyó.