Washington. Meses después de que el gobierno de Donald Trump anunció el fin de la separación de niños inmigrantes de sus padres, esta política prosigue en las cortes donde los defensores de los migrantes aseguraron este jueves que continúa esta práctica innecesaria.

En un tribunal de Texas se han dado 272 separaciones desde junio pasado, cuando entró en vigor el decreto del presidente estadunidense que ordenó el fin de esta medida, de acuerdo con un informe del Proyecto Derechos Civiles en Texas.

En la mayoría de los casos se afecta a niños que cruzaron la frontera desde México con familiares que no son sus padres.

En 38 de los casos se trató de un padre o guardián legal, la mayoría de los cuales tenían antecedentes penales, según el grupo defensor de derechos civiles.

La policía de aduanas y protección fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) sostuvo que el informe del grupo de derechos civiles en Texas incluía incorrectamente casos de otros familiares porque la Ley de Seguridad Nacional no hace concesiones para personas que no sean un padre o guardián legal.

La CBP explicó que la ley contra el tráfico de personas los obliga a procesar a los niños que llegan sin un padre o guardián legal como menor no acompañado, aunque estén con un adulto que sea su familiar.

El gobierno y la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU) continúan enfrentados en las cortes por los miles de niños que fueron separados de sus familias antes de junio, cuando una orden judicial ordenó la inmediata reunificación familiar.

El gobierno realiza las separaciones unilateralmente sin un proceso que las cuestione y sin que un experto en bienestar infantil las supervise, advirtió el abogado de ACLU, Lee Gelernt.