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Sigue amenazada

Obtilia Eugenio Manuel acusa de su secuestro a constructoras y narcos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 21 de febrero de 2019, p. 26

Chilpancingo, Gro., Obtilia Eugenio Manuel, integrante del concejo municipal comunitario de Ayutla de los Libres y dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Me’Phaa (OPIM), afirmó que constructores de obras públicas vinculados con la delincuencia organizada fueron quienes la secuestraron a ella y a Hilario Cornelio Castro del martes al viernes de la semana pasada.

En entrevista telefónica, dijo que sus captores le reprocharon que hubiera denunciado ante el concejo irregularidades en la integración de los expedientes técnicos de las obras: Apenas empezamos a trabajar y tú ya nos estás chingando, le habría dicho uno de ellos.

La activista social, quien participa en el comité de enlace de obras, señaló que no era la primera vez que recibía amenazas, pues en noviembre les sucedió lo mismo a ella y a otros dos integrantes del concejo, por lo que presentaron denuncia.

Indicó que ella revisaba la aplicación de los recursos y que las obras se realizaran, pero en varios expedientes hacían falta actas de entrega de obras (caminos, reparaciones en escuelas, comisarías y centros de salud), a pesar de que ya se habían inaugurado algunas.

“Platiqué con Mario N, responsable de obras. Le pregunté cómo estaban trabajando. Me dijo que Isidro N lo estaba haciendo mal, lo mismo que Patricia N. Que estuvo mal que depositaran a la cuenta del ex diputado local Valentín Rafaela Solís. Él contrató a Antonio Castillo, quien es narco.

“Expuse en el concejo que estaba mal el expediente de las obras, que Mario N (miembro del concejo) preguntó por qué se depositó un millón de pesos a Valentín Rafaela, y que quien estaba haciendo la obra era del narco. Los consejeros no respondieron nada. Fue el 6 o 7 de febrero”, detalló.

Obtilia fue secuestrada el martes 12 de febrero y liberada entre las 19 y las 20 horas del viernes 15, junto con Hilario Cornelio Castro. Nos ocultamos en un hotel ubicado en el centro de Tierra Colorada hasta las seis de la mañana, cuando fue por nosotros Cuauhtémoc Ramírez (su esposo), narró.

La liberaron, dijo, con tres condiciones: “Que no presentáramos denuncia, que no anduvieran policías conmigo, y el pago de 100 mil pesos por cada uno en 15 días. Dijeron que si no cumplía irían por mis hermanos, que ya tienen ubicada a toda mi familia. ‘Ya no vas a salir viva de aquí’, me advirtieron”.

Obtilia expresó que no se siente segura porque sus secuestradores siguen libres. Ellos saben dónde estamos. Mi preocupación es mi familia, porque está allá y no tiene seguridad. Lo mismo la familia de Hilario.

Dijo que la tarde del martes no tenía resguardo policiaco, lo cual muestra desinterés, “porque tengo medidas provisionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pedidas al gobierno federal para que garantice nuestra seguridad y realice una investigación inmediata de nuestro caso.

Todavía no he pensado en regresar a Ayutla para continuar con el trabajo. Ellos quieren que ya no regrese, que me olvide de mi organización. Doy gracias a las personas y organizaciones que pidieron mi presentación. No tengo palabras para agradecerles. Sigo viva de milagro, indicó.