Roma. Como acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente definió el Papa la cumbre contra la pederastia, que reunirá en el Vaticano –desde el jueves hasta el domingo próximos– a los responsables de las conferencias episcopales de todo el mundo para atajar el problema de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica.

Tendrá lugar un encuentro de los presidentes de todas las conferencias episcopales sobre el tema de la protección de los menores en la Iglesia. Invito a rezar por esta cita, que he querido como un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de hoy, señaló el pontífice.

Francisco hizo ayer estas consideraciones tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro.

También reflexionó sobre las bienaventuranzas y dijo que el Señor cura la miopía crónica de lo mundano porque su palabra hace reconocer “lo que verdaderamente enriquece, sacia, da alegría, dignidad y sentido a la vida.

Las bienaventuranzas son un mensaje decisivo que empuja a no poner la confianza en las cosas materiales y pasajeras y a no creer en los vendedores de humo que muchas veces son vendedores de muerte, señaló.

Refirió también: Jesús nos ayuda a tener una mirada penetrante en la realidad, a abrir los ojos y a curarse de la miopía crónica que contagia el espíritu mundano.

Francisco invitó a alejarse del peligroso engaño del egoísmo y abrirse al amor, rompiendo los ídolos mundanos.

Por ello, advirtió sobre aquellos que se proponen como dispensadores de felicidad, éxito a corto plazo y soluciones mágicas a todos los problemas.

Asimismo, el Papa reconoció que es fácil resbalar sin darse cuenta, por lo que instó a no dejarse caer en la idolatría, que sustituye a Dios por un ídolo.