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Ver día anteriorMartes 12 de febrero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Negocios y empresas

Estancias infantiles

E

l actual gobierno no deja de sorprender con las políticas que impulsa. Por un lado, es una administración que lucha por la seguridad social por conducto de las instituciones públicas, pero, por otro, es un gobierno liberal, en el sentido de dejar que sean los ciudadanos quienes decidan qué hacer con los recursos públicos.

El caso de los subsidios que se otorgan a las estancias infantiles, es un cambio fundamental que va por el camino de la libertad. En los sexenios anteriores, en forma paternalista, el gobierno otorgaba 4 mil millones de pesos a un grupo de estancias infantiles (guarderías subsidiadas) para atender a niños de escasos recursos; ahora los recursos a las estancias infantiles se reducen a la mitad, y parte del dinero restante se entregará directamente a los padres de familia.

El esquema anterior era perverso, ya que obligaba a los demandantes del servicio a que sus hijos estuvieran en aquellas instituciones privadas subsidiadas.

La mayor parte de las instituciones que recibían el dinero tenían una relación con el poder político y, para colmo de males, no atendían a las zonas de mayor marginalidad.

Este esquema generó poca competencia, corrupción, altos gastos administrativos, abandono de las zonas más pobres, servicios deficientes y un condicionamiento del servicio, si la familia no pagaba recursos adicionales.

Ahora, parte de los subsidios los recibirán directamente las familias, las cuales, en total libertad, decidirán si llevan a sus hijos a la guardería de su preferencia, si pagan a alguien para que los cuide o si alguno de los padres trabaja menos o deja de ser asalariado para atender a sus hijos pequeños.

Con el apoyo que ya se otorga a las personas de la tercera edad, a madres solteras y ahora a los niños pequeños, se amplían las opciones para el cuidado de los infantes y, por otro lado, se abren las puertas para una sana competencia en las guarderías. Los padres podrán llevar a sus hijos a donde se ofrezca el mejor servicio, al mejor precio.

Esperemos que el subsidio a las estancias infantiles se acabe el próximo año (ahora se mantiene a medias) y que los 4 mil millones de pesos de este programa se otorguen directamente a los niños más pobres del país.