La Coalición de Taxistas Bicentenario (CTB), que aglutina a alrededor de 700 trabajadores del volante, manifestó que tras 11 años de resistencia y sacrificios por el aumento en el precio de la gasolina, están al borde del colapso.

El primero de enero de 2007 el precio de la gasolina Magna costaba 6.74 pesos, para junio de 2018 su costo era de 18.60 pesos, en promedio, casi 300 por ciento más, y en ese mismo periodo la tarifa del taxi libre aumentó 32 por ciento; junto con el incremento del combustible también subieron los lubricantes y refacciones de manera desproporcionada, señaló Miguel Ángel Rodríguez, coordinador general de la CTB.

Los ingresos para el taxista se redujeron a menos de 50 por ciento en 11 años, y para obtener el mismo ingreso en la actualidad se requeriría trabajar más de 20 horas, lo que es imposible desde el punto de vista humano, indicó.

Otro lastre es la corrupción en parte considerable de funcionarios que cobran una cuota para realizar o agilizar los trámites. Mientras el burocratismo hace muy lentos y engorrosos los trámites, los taxistas son los contribuyentes fiscales que más impuestos y multas caras pagan para estar regularizados.

Aunado a ello, las autoridades no consultan al gremio cuando se trata de emprender programas gubernamentales, por lo que los proyectos que se impulsan por lo general son adversos a los intereses de los taxistas. Uno de estos programas es el de sustitución de unidades, el cual obliga a los propietarios de vehículos modelo 2008 y anteriores a cambiarlos por vehículos híbridos y/o eléctricos, expectativas que es difícil atender ante la crisis que enfrenta, apuntó.

Rodríguez expuso que se requiere un aumento emergente a las tarifas del taxi para compensar el incremento en el precio de los energéticos, combatir el pirataje, estímulos fiscales, promoción de financiamientos gubernamentales y combate a la corrupción en todas sus modalidades, a fin de resarcir a los taxistas por la caída de sus ingresos.