Las autoridades municipales de Amatán, Chiapas, dejaron los cargos, a poco más de dos semanas del asesinato de Noé Jiménez Pablo y José Santiago Gómez Álvarez, integrantes del Movimiento Campesino Regional Independiente-Coordinadora Nacional Plan de Ayala Movimiento Nacional (Mocri-CNPA-MN) y del Movimiento por la Paz, la Justicia y el Bien Común.

La CNPA-MN precisó que los dirigentes fueron asesinados por grupos paramilitares, por lo que autoridades federales y estatales acordaron la renuncia del alcalde Manuel de Jesús Carpio Mayorga, así como del cabildo de esa localidad para distender el conflicto poselectoral. Las protestas contra Carpio Mayorga comenzaron desde que ganó las elecciones del 1º de julio, debido a que sus opositores lo acusaron por ser la tercera vez que gobernaba Amatán, municipio situado en el norte de Chiapas.

La agrupación indicó que las renuncias se lograron en una reunión en la Secretaría de Gobernación, con la presencia del subsecretario Zoé Robledo; Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos; Sara Irene, de la Fiscalía Gerneral de la República (FGR) y el secretario de Gobierno de Chiapas, Ismael Brito Mazariegos.

En esa junta Mocri-CNPA-MN planteó la importancia y urgencia de resolver la problemática de dicho municipio y dio a conocer que la FGR seguirá analizando los elementos para atraer la investigación sobre los dos homicidios mencionados, los cuales fueron cometidos el 17 de enero.

Brito Mazariegos, informó que se realizará una reunión de trabajo en Chiapas para abordar lo relacionado a la integración de un consejo ciudadano en Amatán, con la participación de las distintas fuerzas políticas y sectores sociales.

Para dicho fin, dijo, estarán presentes, autoridades del gobierno de Chiapas y del gobierno federal, así como una comisión de diputados del Congreso local y representantes de las agrupaciones involucradas.

La CNPA-MN afirmó que es necesario reconocer a integrantes del Consejo de Gobierno Indígena y Popular de Amatán y se integren a otras fuerzas políticas para sentar bases de distensión social y se vea en perspectiva la solución a la conflictividad social y el desarrollo integral del municipio.

La CNPA-MN opinó que si las autoridades estatales y federales hubieran tenido más sensibilidad social y voluntad política, ambos homicidios se habrían evitado.

Finalmente, exigió castigo a los autores materiales e intelectuales de los asesinatos de Jiménez Pablo y Gómez Álvarez.