París. Miles de personas se manifestaron en Francia este sábado, en la undécima jornada de protestas antigubernamentales de los chalecos amarillos en esta capital y varias ciudades de provincia, contra el presidente Emmanuel Macron, que se enfrenta a la peor crisis desde que llegó al poder en 2017.

El Ministerio del Interior contabilizó 22 mil manifestantes en todo el país, frente a 27 mil la semana pasada.

En París estallaron enfrentamientos entre manifestantes y policías en la céntrica plaza de La Bastilla. Las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos y un cañón de agua para dispersar a los inconformes, que lanzaban piedras y destrozaban mobiliario urbano. Al menos 22 personas fueron detenidas en la capital, según cifras comunicadas por la policía.

El anuncio el miércoles de la creación de una lista de chalecos amarillos bautizada Reunión de Iniciativa Ciudadana (RIC), cuyo propósito es transformar la cólera en un proyecto político humano, ha creado una fractura dentro del movimiento contestatario, pues muchos de sus miembros coinciden en que no debe tener carácter político lo que comenzó como protesta contra el gobierno de Macron y sus medidas.

Para cambiar de estrategia, los chalecos amarillos convocaron por primera vez manifestaciones nocturnas en París. En actos difundidos en Facebook, los organizadores llamaron a celebrar una noche amarilla pacífica en la Plaza de la República, en el corazón de la capital, para debatir e intercambiar sus reivindicaciones.

También por primera vez desde que comenzó la ola de protestas, la policía fue equipada con cámaras adheridas al cuerpo después de que en semanas recientes al menos 15 manifestantes perdieron ojos por impactos de balas de goma.

Más de dos meses después de las primeras protestas, 64 por ciento de los franceses sigue respaldando a los chalecos amarillos, según una encuesta publicada el viernes, es decir, 7 puntos menos que a inicios de diciembre.