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La aplicación de la tolerancia cero fue un caos, señala

Separar a familias migrantes fue idea de Sessions, afirma John Kelly

Aunque Trump habla de construir un muro en la frontera con México, pronto tendrá que admitir que será más bien una barrera o un cerco, dice el saliente jefe de Gabinete

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▲ John Kelly, jefe del gabinete de la Casa Blanca, y el presidente estadunidense, Donald Trump, en imagen del 19 de enero de 2018.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de diciembre de 2018, p. 20

Washington. El jefe de gabinete saliente de la Casa Blanca, John Kelly, responsabilizó este domingo al ex fiscal general Jeff Sessions de dictar en mayo pasado la política migratoria que impone la separación de familias que llegan a Estados Unidos sin documentos por la frontera con México.

“Sessions fue quien estableció esta política de ‘tolerancia cero’ en la frontera, que resultó en la detención de personas y la separación de las familias migrantes. Él nos sorprendió”, comentó Kelly en entrevista con el periódico Los Angeles Times, publicada este domingo en su portal de Internet.

El diario afirma que la implementación caótica de este programa recayó principalmente en el Departamento de Salud y Servicios Humanos y la secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, criticados por afirmar que no había una política de separación de familias.

Sessions dimitió en noviembre pasado con una carta dirigida al presidente Donald Trump, con lo que terminó una tensa relación por la indagatoria del Departamento de Justicia sobre los supuestos vínculos entre la campaña del mandatario y Rusia durante las elecciones presidenciales de 2016.

Kelly declaró al diario: Los inmigrantes indocumentados, en su mayoría, no son malas personas. No siento más que compasión por ellos, por los niños pequeños. Esto contrasta con la posición de Trump, quien denominó, sin argumentos, que las recientes caravanas de migrantes centroamericanos son una invasión de muchos miembros de pandillas y malas personas.

Kelly agregó que muchos indocumentados son manipulados por traficantes de personas y consideró que la forma de superar el problema de la inmigración sin documentos hacia Estados Unidos es terminar con la demanda de drogas y expandir las oportunidades económicas en Centroamérica.

En referencia al cierre parcial del gobierno, que ya lleva nueve días por la falta de acuerdo en el Congreso sobre la exigencia de Trump de que sean asignados más de 5 mil millones de dólares en el presupuesto para construir el muro en la frontera con México, Kelly dijo al rotativo: “Para ser honesto, no es un muro.

“El presidente todavía le llama ‘muro’. En algún momento dirá más francamente ‘barrera’ o ‘cerco’; ahora se inclina por los barrotes de acero”, puntualizó, y explicó: pero ya abandonamos la idea de un muro de concreto sólido hace tiempo en esta administración, cuando preguntamos a las personas qué necesitaban y dónde lo necesitaban.

Construir un muro con México de unos 3 mil 200 kilómetros fue una de las principales promesas de campaña de Trump y es un tema que retoma frecuentemente. Los migrantes centroamericanos quieren instalarse en Estados Unidos para huir de la pobreza y la violencia de las pandillas que hay en sus países.

Además de culpar a los demócratas por la parálisis gubernamental, Trump los responsabilizó el sábado por la muerte de los niños guatemaltecos Jakelin Caal Maquín (siete años) y Felipe Gómez Alonzo (ocho), quienes fallecieron estando en custodia de las autoridades fronterizas estadunidenses.

Kelly, ex general de la Marina que dirigió el comando militar responsable de América Latina, fue secretario de Seguridad Nacional de Trump antes de convertirse en jefe de gabinete de la Casa Blanca en julio de 2017. Su relación con el presidente se deterioró y pronto será remplazado por Mick Mulvaney, actual director de presupuesto.

En este contexto, Kevin McAleenan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), dijo este domingo que la dependencia hizo todo lo que pudo para brindar ayuda médica a Jakeline Caal y Felipe Gómez Alonzo.

En entrevista con el programa This Week, de la cadena ABC, argumentó que desde hace una década ningún niño había muerto bajo custodia de la CBP y que el fallecimiento de los dos menores guatemaltecos ha sido absolutamente devastador.

Gómez, de ocho años, fallecido estando en custodia de la autoridad migratoria, salió con su padre de la localidad indígena maya chuj de Nentón, en el oeste de Guatemala, y ambos fueron detenidos el 8 de diciembre tras cruzar la frontera por El Paso, Texas. Esta muerte se sumó al fallecimiento el 8 de diciembre de Caal en similares circunstancias.